Prólogo

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Hermione Granger nunca había estado más nerviosa e indecisa en su vida.

Esperaba, frente al retrato de unas bailarinas que no paraban de lanzar risitas

nerviosas bajo la reprobatoria mirada de su profesora, caminando de un lado a

otro del pasillo, y lanzando miradas llenas de duda a las escaleras, sin atreverse

a ir hacia ellas. Estaba nerviosa, muy nerviosa, y no era de extrañar sabiendo

con quien debía reunirse allí. Una sensación extraña la recorría solo de

pensarlo, y lo peor de todo era que, le gustaba. A su memoria acudían recuerdos

de los últimos días, recuerdos buenos, recuerdos malos y recuerdos... extraños.

Su mente bullía de actividad buscando alguna explicación a aquella extraña

sensación e intentando ordenar sus prioridades pero, cuando lograba mantener

el orden en su cabeza, venía ''Él'', la miraba, sonreía y lo desbarataba todo.

Entonces fue cuando escuchó el ruido de pisadas provenientes de las escaleras.

Se le aceleró el corazón, empezó a sudar copiosamente e instintivamente se

mordió el labio inferior.

Trato de serenarse pero, una vez más...

...apareció ''Él''...

Con su estúpida y peinada cabellera rubia.

...la miró...

Con sus fríos ojos, plateados como el hierro fundido.

...sonrió...

Con su perfecta media sonrisa.

... y lo desbarató todo, otra vez.

-Hola Granger.

Fuerzas opuestas (Dramione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora