Todo había comenzado dos semanas atrás.
Estaba en al biblioteca, recopilando información para un trabajo sobre la independencia de los duendes en 1208, cuando escuchó las risas de una pareja detrás de una de las estanterías del fondo.
Normalmente las ignoraba, ya estaba acostumbrada a aquel tipo de situaciones, pues no era la primera vez ni sería la última que los alumnos utilizaran las secciones más recónditas de la biblioteca como picadero, pero aquella pareja en particular estaba empezando a llamar la atención de muchos otros estudiantes que se estaban marchando, o bien avergonzados por la situación o bien molestos por no poder estudiar tranquilos, y eso si que no lo iba a permitir, no pensaba dejar que aquellos sinvergüenzas a parte de molestar, tuvieran vía libre para divertirse. Así que, sin el menor reparo, se adentró en la penumbra de las secciones interiores hasta dar con la estantería que ocultaba a los dos jóvenes de miradas indiscretas, la rodeo y...
...deseó no haberlo hecho, pues resultó ser que, la pareja que ''retozaba'' detrás de la estantería eran nada más y nada menos que Ginny Weasley y Draco Malfoy.
-¡Hermione!-gritó la pelirroja al verla, con los ojos en blanco.
-Gi...Ginny.-pudo decir Hermione, aun paralizada.
Rápida como una exhalación, Ginny se abotonó la camisa, se ajusto la corbata y salió de allí, sin dar siquiera explicaciones, y dejado a Hermione aun parada frente a Draco, sin saber que decir o que hacer.
-Mira lo que has hecho Granger.-le espetó Malfoy, sacándola del momentáneo trance en el que había entrado.
-¿¡Que mire lo que he hecho!? Y tu que acaso sabes que...¡Por Merlín quieres taparte!-le grito de pronto, bajando la vista al suelo.
Draco estaba apoyado en la estantería, descamisado y con los pantalones por las rodillas. Ante todo pronostico Draco solo se subió un poco los pantalones y siguió mirándola, esta vez con una ''irresistible'' media sonrisa.
-Alegrate la vista para variar, no vas a ver nada así con Potter y menos con Weasley.-respondió el rubio.
-Prefiero su compañía antes que la de un estúpido arrogante como tú.
Draco no pareció ofenderse, es más, sonreía.
-Pues tu amiga Weasley no parece pensar lo mismo.
Hermione se ruborizó más de lo que estaba.
-Esa es otra, ¿tú no tienes vergüenza? Ginny esta, o al menos estaba saliendo con Harry.-le reprochó.
-Eh, yo no la he arrastrado a hacer esto, a sido ella la que ha venido por su propio pie, cosa muy normal teniendo en cuenta que sale con ''eso''
-''Eso'' como tu lo llamas es uno de mis mejores amigos, eres un cerdo.-sentenció.
-Yo no obligo a nadie a estar conmigo, Weasley vino porque quiso, igual que todas, igual...que acabaras haciendo tú.-dijo en su oído.
Hermione no sabía cuando ni como, pero sin darse cuenta tenía a Malfoy encima. Se apartó bruscamente cuando noto acelerada su respiración.
-¡Ni en un millón de años Malfoy!¡Entendiste ni en...!
-Señorita Granger.
Hermione se giró al escuchar la voz de la bibliotecaria, la señora Pince.
La expresión de la bibliotecaria era todo un poema. La miraba a ella y a Malfoy alternativamente, y no era de extrañar, pues la situación resultaba realmente embarazosa. Hermione, acalorada y roja hasta la raíz del cabello, frente a Draco, semi-desnudo frente a Hermione y sonriendo descaradamente
-Profe...
-Señorita Granger, señor Malfoy.-dijo apretando los dientes.-al despacho del director.
-Pero si yo...-empezó Hermione.
-No quiero escusas, me esperaba esto del señor Malfoy, ya me lo he encontrado un par de veces, pero usted...
-Pero...
-No, he dicho que no quiero escusas, fuera los dos.
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Fuerzas opuestas (Dramione)
Fiksi PenggemarAmor y Odio, Hielo y Fuego, fuerzas opuestas unidas por el destino. Tanto Hermione Granger como Draco Malfoy descubrirán sentimientos encontrados, ninguno de los dos esta preparado para algo así. No solo tendrán que poner en orden sus prioridades...