Era una mañana agradable y fresca de principios de primavera. El alegre piar
de los pájaros y los cálidos rayos del sol prometían un perfecto día.
Todo estaba en calma, los alumnos aun dormían en sus camas,Hogwarts
respiraba paz por los cuatro costados y...
-¿¡Se puede saber que hace este aquí!?
-¡Si!¿no debería estar con las demás serpientes?
Hermione, que hasta hace poco dormía plácidamente, escuchó éstos gritos
amortiguados que salían de la torre del dormitorio de los chicos. No le hizo
falta escuchar más para saber a quien se referían, así que, se calzó las zapatillas,
se puso la bata y salió a la habitación de los chicos.
Cuando entró se encontró con que todos estaban ya fuera de la cama y
rodeaban a Malfoy.
-Chicos parad, esperad un momento.-les dijo cuando los vio
Todos se giraron hacía ella.
-Hermione ¿Que haces aquí?-preguntó Ron al verla.
-Explicar lo que ha pasado, porque veo que tu no lo has echo ¿me equivoco?
-Lo he intentado pero no me ha dado tiempo, tu has llegado antes.
-¿Explicar que?-pregunto de repente Harry Potter.
Hermione suspiró y volvió a repetir la misma historia que la noche anterior.
-¿Vamos a tener que soportarlo entre nosotros un mes?-pregunto retóricamente
Harry.
-A mi tampoco me hace gracia verte el careto todas las mañanas Potter.
Harry le lanzó una mirada de advertencia.
-Por favor no empecemos.-suspiró Hermione.
Finalmente todos parecieron aceptar al nuevo ''miembro'' de Gryffindor a
regañadientes, pero aun así la perspectiva de hacer perder puntos a Slyterin
gracias a un miembro suyo les merecía la pena.
Uno a uno se fueron marchando hasta que ya solo quedaron Draco y Hermione.
-Sera mejor que te prepares, las clases empezarán dentro de diez minutos.-le
dijo ella.
-No pienso ir a clase.-respondió él.
Hermione ya se iba cuando le escuchó.
-¿Cómo has dicho?-se giró.
-Que no voy a ir a clase.
Hermione estuvo a punto de perder la paciencia. Respiro hondo un par de
veces, y después, con toda la educación que pudo preguntó:
-¿Y se puede saber porque?
-No pienso bajar con el uniforme de Gryffindor.-respondió, simple y
llanamente.
No se lo podía creer.
-¿Me tomas el pelo?-rió.
-En absoluto.-sonrió.
1,2,3,4 calma, 5,6,7,8 respira, 9,10...¡NO funciona!
Hermione se puso frente a él en dos zancadas y le espetó.
-Mira ''príncipe'', estoy aquí para evitar que te metas en lío, solo llevas aquí
una noche y ya te he salvado el culo dos veces, así que si no le importa a su
''majestad'' deje de hacerme la vida imposible por que si no colaboramos los dos
no nos libraremos el uno del otro¿entendiste?
Draco no pareció ofenderse, sino al contrario,sonrió y dijo:
-¿Tan rápido te quieres librar de mi Granger?
Hermioen no supo porque, pero en sus mejillas apareció un leve rubor, se le
aceleró el corazón y noto seca su garganta.
Por un momento Malfoy también se sintió confundido, pero enseguida
recuperó la sangre fría que lo caracterizaba, y sonrió mientras la miraba
profundamente, ignorando aquella extraña punzada que sintió en el corazón.
Hermione se apartó de él, no sin esfuerzo.
-Haz lo que quieras.-respondió con una voz impersonal.-Yo me voy.
Se giró para irse y caminó hacia la puerta.
-Espera.
Hermione se paró, pero no se giró.
-En cinco minutos estaré abajo.-contestó.
Hermione no contestó. Salió de la habitación y se fue a vestir. Malfoy sabía
que la esperaría, todas lo hacían.
Recordó por un momento lo ocurrido apenas hacía unos instante. Sonrió.
Sacudió la cabeza e intento apartar aquellos pensamientos de su cabeza.
Cinco minutos después ambos estaban ya listos. Harry y Ron esperaron a
Hermione abajo, pero no les hizo ninguna gracia tener también que esperar a
Malfoy.
La tensión era palpable en el ambiente, y no ayudó mucho que cuando llegaran
a clase de Transformaciones la profesora McGonagal, como parte del castigo de
Malfoy le obligara a ser el compañero de Hermione en todas las asignaturas.
Los Gryffindor parecía que soportaban la presencia de Malfoy, siempre y
cuando Malfoy se controlara, o más bien que Hermione lo controlara, incluso
Harry parecía aguantarlo bastante bien. Ron, por el contrario, parecía buscar
cualquier pretexto para encararse con él y es que el pelirrojo no soportaba verle
tan cerca de Hermione, le comían los celos cada vez que los veía juntos, a pesar
de saber que Hermione no era como las otras chicas.
Así paso la primera semana, en la que Draco se hizo con el horario de clases y,
para sorpresa de Hermione, éste parecía ser un alumno brillante. Malfoy no
intervenía mucho en clase, era más bien reservado y prefería dejarla a ella que
contestará, estaba claro que no quería ganar ningún punto para Gryffindor. Los
hechizos más complejos los realizaba con relativa facilidad y, como tampoco
pretendía hacer perder puntos a Slytherin su comportamiento en clase mejoró
considerablemente.
Hermione se dió cuenta de que, en lo referente a su inteligencia se había
equivocado con Malfoy. El chico no era tonto, en absoluto, lo que hacía
plantearse a Hermione su extraño comportamiento, ¿porque nunca daba
muestras de ingenio en clase aun cuando estaba en Slytherin?¿porque se
comportaba como un estúpido?¿porque se metía en tantos problemas?
Demasiadas preguntas y ninguna respuesta.
Tenía todo un mes para conocer a su rival y así obtener las respuestas a todas
las preguntas que formulaba en su cabeza. Pero ¿le gustarían las respuestas?
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Fuerzas opuestas (Dramione)
FanfictionAmor y Odio, Hielo y Fuego, fuerzas opuestas unidas por el destino. Tanto Hermione Granger como Draco Malfoy descubrirán sentimientos encontrados, ninguno de los dos esta preparado para algo así. No solo tendrán que poner en orden sus prioridades...