Capitulo 2

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Hermione intentaba concentrarse en su libro, pero no podía evitar recordar su visita al despacho del director y el bochorno que había pasado intentando explicarse ante él, la profesora McGonagal(su jefa de casa), y el profesor Snape(el jefe de la casa de Malfoy). Le hervía la sangre de solo pensarlo...

_____________________________Flash Back__________________________

Hermione se encontraba frente a a la mesa del profesor Dumbledore, y junto a él se encontraban la profesora McGonagal y el profesor Snape. Malfoy estaba de pie a su lado y, aunque ella estaba de los nervios, Malfoy, por el contrario, en la mirada de Malfoy no se encontraba el menor ápice de temor ¿cómo lo haría?¿Cuándo había dejado de ser un miedica-niño de papa y se comportaba como un adulto? Pronto obtuvo la respuestas.

-De nuevo aquí señor Malfoy, y por lo que me ha contado la profesora Pince por lo mismo.-comenzó Dumbledore.

No era la primera vez que ocurría, comprendió ¿cómo no se le había ocurrido antes?, era obvio, no cambiaría, seguía y seguiría siendo un...

-...pero por el contrario es la primera vez que viene usted a mi despacho señorita Granger, y lo ha hecho por la puerta grande si me permite el comentario.-comentó el profesor Snape con cierto tono divertido.

-Por favor Severus.-le reconvino Dumbledore.

Snape asintió y dejo continuar al profesor Dumbledore.

-Creo, señorita Granger, que nos debe una explicación.

Las mejillas de Hermione se encendieron más.

-Yo...vera...señor.-comenzó.

Hermione relató lo sucedido, absteniéndose de detalles, no quería volver aquello más embarazoso de lo que ya lo era, y cuando terminó, se atrevió a levantar la cabeza para mirar a los profesores, pero estos ya no le prestaban atención, sino que habían posado sus miradas en Malfoy, que los miraba sin vergüenza alguna.

> pensó Hermione.

-Señor Malfoy, veo que a pesar de los numerosos castigos que ha ido acumulando, y que sin duda deberían haber sido más.-recalcó McGonagal lanzando una significativa mirada a Snape.-no escarmienta.

Malfoy no contestó, por lo que el profesor Dumbledore tomó la palabra.

-Por ello, y viendo que a involucrado, indirectamente por su puesto, a la señorita Granger también en este asunto, su castigo será algo ''especial'' esta vez.-dijo mientras miraba largamente a Malfoy.- Le confiaré a la señorita Granger su tutela durante un mes, un mes en el que usted pertenecerá a la casa de Gryffindor como cualquier otro alumno de la misma. Llevará el uniforme de Gryffindor, comerá en su misma mesa, además de que los puntos que gane serán para Gryffindor, y...si se le ocurre hacerles perder puntos a posta, debo advertirle que en tal caso los puntos se le serán descontados a Slytherin.- a cada palabra que pronunciaba el rostro de Malfoy palidecía.

Y aunque Hermione sabía que en el fondo a Draco aquello le molestaba mucho más que tener que limpiar los calderos de todos los alumnos de Hogwarts, a ella no le molestaba menos. Tener que cuidar del príncipe de las serpientes no entraba dentro de sus planes. No aguantaba a Malfoy como compañero de colegio, mucho menos de casa y menos después de lo ocurrido con Ginny.

De nuevo las imágenes de la pelirroja con el rubio le vinieron a la cabeza, pero la replica de Malfoy a Dumbledore por su castigo la saco de tan turbios pensamientos.

-Pero profesor, no puede hacer eso, va contra las reglas.

-Señor Malfoy, con todos mis respetos, soy el director de esta escuela y haré lo que me resulte conveniente para la armónica convivencia de todos los alumnos que estudian en él.

-Mi padre se enterará de esto.

-Soy consciente de ellos señor Malfoy, yo mismo le pondré al tanto de ello y de su castigo todo bien explicado en la carta que le enviaré tras finalizar nuestra conversación que, si no me equivoco ya finalizó. Algún inconveniente ¿Minerva?¿Severus?-preguntó finalmente.

-En absoluto profesor.-contestó McGonagal.

Dumbledore miró a Snape, éste último se limito a asentir.

-Bien, pues en ese caso, pueden retirarse.-sentenció.

-Pero...-intentó una vez Malfoy.

-He dicho que pueden retirarse señor Malfoy, por la única que lo lamento es por la señorita Granger, pero confío en que ella pueda hacerle poner los pies en la tierra.

Ambos salieron del despacho, y se dirigieron en silencio hacía la Sala Común de Gryffindor, hasta que Malfoy explotó.

-Todo esto es culpa tuya Granger.-le reprochó.

Hermione se giró, y lo miró con los ojos como platos.

-¿¡Culpa mía!?¿¡Perdona!? Yo no soy el que va por ahí frotándose con alumnas por los pasillos.

-Si no te hubieras acercado a molestar no habría pasado nada, tu amiguita Weasley estaría contenta, tu habrías terminado tus tareas y yo no tendría que cargar contigo.

-¿¡Qué tu tienes que cargar conmigo!? No me hagas reír, ¿te crees que esto me gusta? lo último que querría hacer es tener que hacer de niñera del mayor estúpido egocéntrico y arrogante que he conocido en mi vida.

-Perdona, pero cualquier chica de esta estúpida escuela se moriría de ganas de estar en tu lugar.

-No todas las chicas besan el suelo que pisas, sabes. Algunas tenemos los pies en la tierra y no caemos en tus sucias artimañas.

-No tienes una muy buena imagen de mi por lo que veo ¿no?-dijo Malfoy suavizando su tono de voz.

-¿Y que imagen querías que tuviera de ti?.-le espetó Hermione.

-Pues vas a tener que mejorar esa imagen que tienes de mi si quieres librarte de mi rápido, bueno, eso si quieres librarte de mi claro.-dijo, volviendo de nuevo a su típico tono de voz.

-Ni de coña, pero ahí tienes razón, si no cambias cuanto antes tendré que verte la cara más de lo que me gustaría.

-¿Tregua?-dijo Malfoy, tendiéndole la mano, mientras le dedicaba la más arrebatadora de sus medias sonrisas.

Hermione miró la mano que le tendía, y finalmente la acepto, sintiéndose como si acabara de hacer un trato con el diablo, sentenciando su destino, para siempre...
-Tregua.

____________________________Fin Flash Back________________________

Fuerzas opuestas (Dramione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora