Secretos, engaños, enemigos que se vuelven amigos, un corazón roto, identidades secretas no tan secretas, nuevas amistades y puede que un nuevo amor.
Al detective Shinichi Kudo le rompen el corazón, y no de la mejor manera... que te deje la persona...
Ya habían pasado dos días desde que Kaito le había enviado ese mensaje al detective, llegando así el día del encuentro entre los dos chicos. Esa misma tarde, cierto mago se encontraba nervioso pensando sin parar, con un montón de dudas en su cabeza.
Narra Kaito: ¡Maldito detective! Hoy es el día en el que le dije que se reuniera conmigo, y ni siquiera me ha respondido el mensaje que le envié.
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Lo que le dije estaba claro, no creo que le cueste adivinar a qué lugar me refería. Y con respeto a la hora... lo cité tan tarde porque pensé que al ser un niño, esa chica, Ran Mouri, no le dejaría salir tan tarde, por lo que se vería obligado a quedarse en la casa de ese profesor amigo suyo y así, no pasaría tanto tiempo con esa chica... No me ha respondido el mensaje, así que no sé si vendrá. Espero que no me deje plantado, realmente necesito verlo... Estoy deseando ver su expresión en cuanto le diga lo que le tengo que decir, no creo que se espere algo como esto jajajaja. Aún faltan algunas horas para las 12:00, será mejor que vaya a preparar los últimos detalles para entonces. Prepárate meitantei, después de esto me deberás un buen favor...
Narra narradora: Por otro lado, cierto detective se encontraba en la casa del profesor Agasa (donde había logrado convencer a Ran para que le dejara quedarse esta noche) esperando a que llegará la hora en la que el ladrón lo había citado.
Narra Conan: ¡Maldito ladrón! ¿Por qué tiene que citarme tan tarde? Me ha costado muchísimo convencer a Ran para que me dejara quedarme aquí esta noche. En el mensaje tampoco decía para que quería verme... en fin, supongo que tendré que esperar para saberlo. Aunque, hablando del mensaje... «Reúnete conmigo en el lugar que nos conocimos por primera vez» ¿En el lugar en el que nos conocimos...? Si mal no recuerdo, la primera vez que me encontré con el fue... en la azotea del Hotel Haido City. Espero que sea para algo importante...
Narra narradora: Ya habían pasado algunas horas en las que Haibara había aprovechado para molestar al pequeño detective diciéndole cosas como: «Deben de ser muy buenos amigos para que accedas a encontrarte con el a tales horas de la noche» o «¿Por qué será que quiere verte tan tarde y estando a solas?» Esos y otros comentarios eran los que le lanzaba la niña de forma bastante sugerente. Al faltar tan solo una hora para la hora del encuentro, Conan se dispuso a dirigirse hacia la entrada de la casa para salir, pero fue interrumpido por el inventor. -Profesor Agasa:- ¿De verdad vas a ir?- le preguntó algo preocupado. El no conocía a ese muchacho, según el, solo era un adolescente con el que el joven detective se había encontrado un par de veces. Además, le parecía peligroso que un niño andará solo por la calle a esas horas, aunque ese niño tuviera en realidad 17 años. -Conan:- ¿Eh? -Haibara:- Claro que si profesor, no puede dejar plantado a su querido amigo- dijo sin dejar responder al detective -Conan:- Tsk, cállate de una vez...- murmuró molesto haciendo sonreír a la chica con superioridad. -Profesor Agasa:- Pero... -Haibara:- Tranquilo profesor, sabe cuidarse solo- le dijo dirigiéndole una sonrisa para tranquilizarlo indicándole que confiará en ella. Todo a espaldas del niño que se disponía a salir. -Conan:- En fin, nos vemos luego- se despidió marchándose del lugar. -Haibara:- Siéntese, se lo voy a contar todo-dijo una vez el detective se hubo marchado. -Profesor Agasa:- Bien...- respondió sentándose en el sofá de la sala siendo seguido por la pequeña científica.
