Sin importar la identidad del remitente de cada una de esas cartas, con una sonrisa debajo de su cubrebocas las leía, pues cada palabra mostraba la gran admiración que aquella mujer desconocida le tenia. Esperaba algún día encontrarse con la escrito...
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Hey soldado, antes de irme a mi misión, yo... No sé como describir el como me eh sentido ayer, sé que te había dejado la carta, pero cuando miré esa bolsa que tenía tu almuerzo, me sentí tan agradecida y conforme. Nadie nunca se tomó la molestia de algo tan bello como para darme su almuerzo cuando yo no pude tomarlo. Espero un día pueda compensartelo, las lagrimas no faltaron, casi no dejaba de pensar en ese detalle de ti. Je, sigo sin creer que me hayas regalado algo así, quizás para tí fue solamente comida, para mí fue un enorme regalo que valía más que un montón de cosas materiales. Muchas... Gracias... ¡Gracias!
Ghost.
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Simón jamás podrá borrar de su mente lo que acaba de recibir. Más que unas palabras en una hoja escrita, eran palabras salidas del corazón de esa mujer, que sigue siendo un tremendo misterio. Si supiera que es Manta Ray, una de las mujeres más jóvenes del ejército, se asombraría. Aun tratará de encontrarla, quiere hablarle. Su búsqueda todavía continua.
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