Mis amigas le hicieron la vida imposible a Nora López en la secundaria y yo no las detuve. Mis amigas hicieron que Nora López se cambiara de secundaria. Mis amigas encontraron mi diario. Mi diario. Ese diario que decía "creo que soy lesbiana" treint...
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Septiembre 5, 2018
Nora
"La parte en la que distraje a personas mientras discutía por teléfono"
El día que conocí a Natalio supe que se convertiría en mi amigo. Teníamos esa platónica conexión de alma gemela en la que nos molestamos todo el tiempo y nos reímos de ello. Cuando conocí a Claire supe que me iba a caer bien, ella absorbe mi energía la mayor parte del tiempo, pero me agrada.
Luego tenemos Mariah. La conocí en la escuela secundaria, siempre estaba rodeada de sus amigas. Le caía bien a la gente y viceversa. La única vez que tuvimos una conversación real fue cuando el espíritu de madre Teresa me poseyó. Realmente pensé que no la volvería a ver, y ahora, heme aquí, acompañándola a casa. Es tarde, y también es un día de la semana, por lo que no hay mucha gente en la calle. Miro a Mariah, ella se agarra su chaqueta, debe de tener frío. No nos hemos dicho una palabra desde que salimos del apartamento de Miles. Suspiro.
–Así que ... tu mamá se va a casar.– digo intentando sacar un tema de conversación. Ella se voltea a verme con una mirada confundida.
–Sí.. ¿cómo lo supiste?– se cruza de brazos.
–Bueno, me lo dijo Claire, quería que Lio y yo fuéramos camareros.– me paso mis pelo detrás de mis orejas y ella sigue confundida.
–Creo que tenemos presupuesto para eso.
–Ella también mencionó una escultura de hielo un tanto cara.– Mariah detiene su paso y me volteo para mirarla.
–Oh voy a matarla.– se pasa las manos por el cabello frustrada.–Le dije que no se pasara del presupuesto.
–Bueno, yo no...–intento intervenir.
–¿Y ahora está preguntando por camareros como si esto fuera un evento de caridad?– me interrumpe, creo que está teniendo un pequeño colapso. Si comienza a hablar a la velocidad de la luz, está teniendo un colapso.
–Mariah yo..
–Tú no tienes que ayudar.– me interrumpe y se dirige a mi.–.. y tampoco Natalio, estoy segura de que puedo lidiar con...
–Mariah.–digo firmemente poniendo mis manos en sus hombros. Es algo gracioso verla así, cuando se frusta o los nervios le ganan comienza a hablar hasta por los codos.
–¿Qué?– supongo que ya está un poco más calmada. Sonrío.
–Yo... no me importa echarte una mano.– ella entrecierra sus ojos dándome una mirada sospechosa.–Quiero decir, ya dije que sí. Natalio fue el primero en estar de acuerdo. Realmente no me importa, no te estreses por eso.
–Todavía voy a matar a Claire, cada vez que intento organizar algo, ella hace algo como esto.– río.– Lamento que te hayan arrastrado a esto.
