Mis amigas le hicieron la vida imposible a Nora López en la secundaria y yo no las detuve. Mis amigas hicieron que Nora López se cambiara de secundaria. Mis amigas encontraron mi diario. Mi diario. Ese diario que decía "creo que soy lesbiana" treint...
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Octubre 6, 2018
Mariah
"La parte en la que lloré en público"
Nora me está ignorando. Sé que no debería asustarme por eso, porque tal vez ella es así, pero estoy bastante segura de que me estoy volviendo loca. Después de que vinimos del centro comercial ella estaba callada, no "Nora callada", solo... callada. Ver a Olivia la afectó mas de lo que admitió. Así que nos dijimos adiós y no la he visto ni hablado con ella en tres días. Sí, seguro, tal vez tres días no es nada, pero siento que ella no tiene intención de hablar conmigo en un futuro próximo.
Pero esta bien. ¿Verdad? Probablemente necesite tiempo. No es como si supiera qué decirle. Todo este lío es mi culpa, por eso ella no quiere verme.
Pero estamos bien.
Estamos tan bien que no la busco en cuanto llego al café de Leo, no, para nada. No espero verla burlándose de Natalio mientras bebe su café de siempre. No espero ver que sus anteojos se empañen por el calor, y cómo sus ojos-
–No está aquí.– la voz de Natalio me hace saltar. Yo solo me aclaro la garganta y me siento en la barra. El me acerca una taza de té y sonrío.
–Gracias y hola. No estaba buscando-
–Nora no está aquí.– me interrumpe. Dejo caer mis hombros.
–Yo sé, um... ¿Has hablado con ella? Como... ¿Recientemente?
–¿Problemas en el paraíso?–sonríe mientras limpia una taza. Siento mis mejillas enrojecerse y niego con la cabeza.
–¿Qué? ¡No! Solo... ella probablemente te contó lo que pasó-
–Algo sobre el diario.– asiento.–No me dijo todo los detalles, intenté hablar con ella ayer pero no contestó ninguno de mis mensajes. Lo único que pude sacar fue "no quiero hablar de nada". Típico de Nora.
También le envié un mensaje, la misma noche que vimos a Olivia. Ella me dijo lo mismo, me dijo que estaba bien. No soy estúpida, sé que ella no lo estaba. Tal vez esté mejor ahora, pero ya no sé qué decirle.
–Nora siempre ha sido tan... ¿Reservada?
–Al menos desde que la conocí.– se encoge de hombros.–No le gusta hablar mucho de si misma.
–Si, eso pensé.
–No te lo tomes muy a pecho, así es ella. No es nada personal.
–En la secundaria no hablábamos mucho pero ella parecía más contenta...
–Hasta que sucedió el diario.– asiento con la cabeza. Bajo la mirada hacia la taza de té. Todo esto es mi culpa.–No estoy tratando de echarte la culpa, Mariah. Creo que Nora ha pasado por mucha mierda y lo del diario fue el límite. La afectó más de lo que dice.
