capítulo xii

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Septiembre 17, 2018

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Septiembre 17, 2018

Nora

"La parte en la que conocí al esposo de mi hermana"

Hoy me estoy saltando clase. Nunca lo he hecho antes y siento que voy a vomitar en cualquier momento, pero está bien. Es lunes, tener clases un lunes debería ser ilegal de todos modos. Suspiro. He estado ensayando cómo va a ir la conversación con mis hermanas, pasando diferentes posibles escenarios en mi cabeza y todos terminan mal. Es una "reunión familiar", por supuesto que va a terminar mal. Así que sí, estoy pasando el rato en la terraza de mi dormitorio ignorando todo.

No es que no me agraden mis hermanas. No les agrado yo, ese es el problema. Éramos cercanas, mis padres tuvieron dificultades para manejarnos a las tres, así que nos enviaron a esta ciudad. Está bien, lo entiendo. Tres chicas, eso tuvo que ser difícil. Mi hermana Celeste vino aquí primero cuando cumplió 19, luego Lucía cuando tenía 18 y luego yo, a los 13. Mis hermanas eran la única familia que tenía y la única familia que necesitaba. Pero ahora, es simplemente ... difícil, supongo. Ugh, me estoy poniendo emocional. Simplemente no debería ir, pero si no voy, probablemente nunca volverán a hablarme.

Pero está bien, ese es su problema. No el mío.

–Aquí estás.– dice Natalio sentándose junto a mi, su voz me hace saltar.

–No me asustes así.

–¿Estás bien?

–¿Sí, por qué?

–Porque no estás en clase y estás acostada en la terraza como una estrella de mar.– se ríe, me apoyo en mis codos y lo miro.

–Estoy bien.

–Vas a ver a tus hermanas hoy.– Se lo había mencionado hace unos días, el no conoce toda mi historia familiar pero sabe que es un tema un tanto delicado. Y que odio hablar sobre eso.

–Efectivamente.– digo asintiendo con la cabeza, el se queda mirándome, como esperando a que diga algo. Me encojo de hombros.–Estoy bien.

–Nora.

–Nosotros no hablamos de estas cosas.

–Okey.– suspira.–Así que háblame de Mariah.

–¿Qué hay con Mariah?

–Ustedes se la pasaron haciéndose ojitos la otra noche.

–El amor te está volviendo estúpido.– carcajea y lo golpeo en el brazo. Nada pasa con Mariah, solo no me disgusta tenerla a mi alrededor. Pero obviamente no le voy a decir esto a Lio porque nosotros no hablamos de estas cosas. Más bien de mis cosas. Me aclaro la garganta.–Supongo que todo con Miles va genial.

–Creo que si..— se queda callado por unos segundos y sonríe.—Sabes, ella me agrada. Mariah, para ti. Ella es buena.— bufo.

–Oh dios mío, cállate.

sin ver atrás (GL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora