𝙏𝙃𝙀 𝙎𝘼𝙄𝙉𝙏 𝙊𝙁 𝙀𝙏𝙀𝙍𝙉𝘼𝙇 | ❝¿Quién dijo que sabía amar mejor que los demás? ¿Quién llamo experta Afrodita cuando ni ella conocía el significado de la palabra, amor?❞
La muerte cuestionó a la vida, observó con atención lo que veía para...
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⌠Éxi⌡ ╰❍ La perfección llamada princesa.
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❝El afán de perfección hace a algunas personas totalmente insoportables. ❞
━━Pearl S. Buck.
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IDYLLA, «ella era sinónimo de perfección, su nombre lo indicaba como si fuera lento su final».
La perfección no es algo que carezca de sentido racional ──antes dicho, prudente pero ahora olvidado desde que los ángeles caídos aparecieron── solo se reconoce su gran ejemplo al destacar de aquellos que no conocen el significado que conlleva a la llegada del mismo.
Sin embargo, la perfección llevaba el nombre de su futura desertora, su máximo esplendor en todo el mundo y que a mano de los dioses era un ser letal sediento de sangre.
Cada canto decía lo mismo, una y otra vez se mantenía intacto sin decir el porqué en cada párrafo. En cambio, aquella chica simplemente permaneció observando por las ventanas del lugar con atención.
Recordó cuando su padre le contaba de las maravillas humanas: la armonía, la música, el amor, la familia.
¿Quién era la suya? ¿Tenía familia? Según el señor Abraham se mantuvo lejos en todo momento diciéndole que el no sería jamás un modelo de padre aunque ella lo quisiera con su corazón ──algo prohibido según él──, y quiso opinar pero no tuvo oportunidad.
──¿Qué se supone que debería hacer? ── Susurró mientras estiraba sus brazos para tomar con cuidado las páginas doradas del libro.
«El era perfecto, tenía su lugar en lo más alto del cielo hasta que una pregunta cruzó por su mente y la osadía lo llevó al fracaso».
──¿Por qué? ──quiso averiguar a pesar de la poca evidencia que las páginas le mostraban.
Lo arrojo al suelo, estaba comenzando a odiar las clases en la torre. Siempre era lo mismo, lo mismo fue cuando ella había hecho su primer amiga. Clarabella. Así se llamaba.
Pero hace años no la veía, deseaba saber cómo estaba pero Abraham la castigaría si salía.
──¿Deseo salir de aquí?
Negó. Se volvió a sentar hasta notar un dibujo de una pareja bailar, sonrió inconscientemente hasta recordar a su fiel compañero, protector, caballero de la constelación Agathé Bea. Una estrella lejana a cualquier constelación zodiacal, algo mucho más aberrante y deseable que un cubo de hielo.
──Finnian, oh mi adorado Crisálido ──. Ella suspiró mientras se echaba en el sillón de su estancia. ──¿Por qué tiene que doler tanto tenerte lejos?
Cerró sus ojos mientras se dejaba llevar por las palabras de Céfiro quien siempre regalaba halagos a la humana, con tal de entretenerse siguió en su mundo hasta abrir su ojos y sentir la mirada desconocida, un calor diferente pero dejo todo para encontrarse con el hombre de su delante.
──Padre.
──Idylla, ¿has terminado? ──. Sonrió el hombre, aunque por dentro le quemaba aquel término usado por ella.
──Si, Abraham.
──Perfecto, es hora de irse.
──¿A dónde? ──quiso saber con una sonrisa.
──A dónde todos los pertenecientes a Grecia puedan ver qué Zeus no es el único que tiene problemas por terminar.
«A veces la belleza duele, pero un corazón roto no se repara con pegamento».
