I. Nueva Etapa

38 5 5
                                    

—Señor, West, con el cierre de su nueva bilogía, los fanáticos estamos esperando que nos revele si Nathan y Wanda existen o están basados en alguien, en usted incluso, así que díganos, ¿ellos existen? —inquiere una chica de pie a una distancia razonable del pódium donde me encuentro.

—Sé que les prometí decirles si ellos existen, y mi respuesta ante eso es: sí, ellos existen, pero no diré quiénes son, simplemente diré que me habría gustado que realmente tuvieran un final como el que escribí.

—Señor, West, entonces...

—El tiempo de las preguntas se ha terminado —anuncia mi editora tomando el micrófono a mi lado —, por lo que les pido, pasemos a la firma de libros de manera ordenada, y si desean tomarse una fotografía con Aron, podrán hacerlo, pero únicamente podrá ser una sin excepción alguna.

La miro agradeciéndole con la mirada mientras ella me sonríe de lado.

A continuación, y como ella lo ha anunciado, la firma de libros se efectúa y al cabo de tres horas de incontables libros autografiados, por fin salgo de la librería en compañía de mi editora.

—Eso estuvo bien, teniendo en cuenta que querían saber quiénes son Nathan y Wanda —comenta cerrando la puerta tras de sí, al mismo tiempo que cierra su abrigo.

—Les había prometido decirles si existen o no, pero, jamás dije que les confesaría quiénes son —aseguro. —Gracias por salvarme.

—Para eso está tu editora, ella te salvará de situaciones incómodas —asegura deteniéndose frente a su auto.

—No sólo eres eso, y lo sabes, eres mi amiga.

—Eso es algo extra —sonríe. —Ahora, ve a dormir, ¿sí? Mañana tendrás un viaje largo a Huntsville, y bueno, no será algo fácil.

—Nunca lo es —le recuerdo. —Siempre regreso con la esperanza de que ella... Nunca sucede, y tal vez nunca lo haga —bajo la mirada hacia mis pies, recordando lo tonto que debo ser por mantener una esperanza, cuando en 4 años no ha sucedido nada.

—Oye —comienza Megan tomándome de la barbilla, provocando que la mire al subir mi cabeza —, la esperanza debe ser lo último que muera, y aunque hayan pasado 4 años, creo que aún puede suceder un milagro, sólo aguarda, la vida te puede sorprender con algo bueno.

» Hablamos luego, y que te vaya muy bien en el viaje. Cuídate. Aron —es lo último que dice antes de que su auto se aleje de la calle.

Me dirijo a mi auto y me voy a mi hotel.

Una vez en mi habitación, tomo entre mis manos lo que he guardado desde hace meses que lo vi: un anillo de compromiso, el cual, aunque sea tonto, quiero dejárselo a Jane mañana, así que antes de dormir, lo observo, y me imagino dándoselo en otras circunstancias, en un futuro diferente, donde ella y yo podríamos ser marido y mujer.

A R O NDonde viven las historias. Descúbrelo ahora