I wanna break these walls

Por Favor, No.

Desperté algo incómodo, aunque no tarde en darme cuenta por qué. Estaba encima de Louis. Seguramente había caído del sofá, que verguenza. Louis estaba boca abajo, pero despierto, con su celular.

- ¿Despertaste, Hazzi?-dijo Louis riendo-

- Sí, pero...¿Qué hago aquí?

- Oh, hace un rato caíste del sofá y no quería despertarte, odio cuando me despierten. Puedo decir que moviendote, me hiciste algunos necesitados masajes en la espalda.

Rió y yo me ruboricé y me puse pálido al mismo tiempo.

- Lo siento, Boo.-dije riendo-

- ¿Lo siento? Yo diría "de nada, Boo" aunque odio ese apodo. Aparentemente yo también soy cómodo, por lo visto que no te mueves.

- ¡Oh! Lo siento- instantaneamente subí al sofá y restregué mis ojos-

- ¿Estás diciendo que no soy cómodo?-dijo haciendo un puchero-

- No, no, si que lo eres, pero..

- ¿Lo soy?-dijo moviendo ligeramente las cejas de arriba abajo e interrumpiéndome-

- ¡No de la forma en la que piensas! Es que..-

- ¿Es que, qué?-volvió a interrumpirme-

- Agh ya déjame en paz Louis-dije y le lanzé una almohada-

- ¡Hey! Respeta a tus mayores.

- Tú no eres mi mayor.

- ¿Quien dice que no lo soy?

- Yo.

- Pues yo digo que lo soy, y como soy mayor que tú, yo gano.

- Te odio.

Acto seguido a lo que dije, Louis se abalanzó sobre mi doblando mi brazo en la espalda. Comence a quejarme.

- ¡Déjame Louis! ¡déjame!

- Retráctate.

- No quiero hacerlo.

Tomó mi otro brazo e hizo lo mismo, aún más fuerte.

- ¡Está bien, está bien! ¡Me retracto, te amo, lo siento!-dije quejándome aún-

Me soltó y se sentó a mi lado. Tomando mis brazos me quejaba.

- ¿Por qué tienes que ser tan agresivo?

- Porque es divertido. Además consigo lo que quiero.

- ¿Lo que quieres? ¿A quién le importa que te diga "te amo"?

- A mi.

Lo mire un instante y el ambiente quedó en un silencio incómodo.

- Oye...¿Hoy tienes el día libre?-dijo Louis levantándose-

- Claro, ¿Quieres hacer algo?

- Sí, pero tú elijes hoy. Antes, Harry, tengo una pregunta.

- Pregunta entonces.

- ¿Podría decirse que eres mi amigo, verdad?

-pensé un segundo- supongo que sí.

- No supongas, di la verdad, ¿Te agrado?

- Por supuesto que me agradas.

Muchísimo.

- Genial. Tenía miedo de no hacerlo.

- No te preocupes, sino me agradarías, ni te hablaría.-él sonrió y asintió- ¿Te gustaría venir a mi "casa"?-dije marcando las comillas-

- ¿Por qué a tu "casa"-dijo repitiendo la acción anterior- y no a tu casa?