I wanna break these walls

More than words

El ruido del despertador hizo que ambos nos despertemos de un sobresalto y caigamos juntos al suelo. Yo caí por el lado izquierdo de la cama y él por el derecho.

Escuché maldecir a Louis al igual que yo. Ambos nos arrodillamos apoyando nuestros codos en el borde de la cama. Él me miró a los ojos y fuertes carcajadas comenzaron a salir de nuestras bocas.

- Te odio y odio tu maldito despertador.

- No te preocupes, yo también. - dije aún riendo y me levanté para volver a tirarme de espalda a la cama-

Louis se quedó arrodillado allí. Mientras cerraba mis ojos comencé a sentir un cosquilleo en la cadera, abrí mis ojos y observé a Louis, él me sonrió y acto seguido comenzó a hacerme cosquillas sin piedad, desde mis caderas hasta mis axilas. Yo reía como nunca y comencé a patearlo.

- ¡Déjame, Louis! - logré pronunciar-

- ¿Qué me darás a cambio?

- Por supuesto que na..-sabia que si decía eso las cosquillas irían peor- te... te llevare a rehabilitación-dije aún entre risas y Louis paró observandome extraño-

- No, Harry ¡No hagas eso!-dijo casi llorando y yo no comprendía por qué se puso así-

Me senté y lo observé extrañado.

- Estaba bromeando. Claro que no haré eso. Pero, igualmente, ¿Cual sería el problema con eso?

- No me gusta esos lugares. Y si voy a obtener ayuda quiero que seas tú quien me ayude. Es todo. - dijo poniéndose de pie-

- De acuerdo... Yo ehm... iré a vestirme, tengo clases. - dije poniéndome de pie también-

-¿Tienes tiempo para desayunar?

- Sí, sí. Pero iremos al comedor, si quieres desayunar conmigo.

- Claro.

Tomé la ropa de mi armario y fui al baño.

Cuando salí, Louis estaba atando los cordones de sus zapatillas.

- Estoy listo, ¿Vamos?

- Sí. Louis, luego de que desayunamos, ¿Te irás?

- No. Estaba pensando en que podía quedarme en tu habitación y cuando terminan tus clases, podemos ir a mi departamento a sacar cualquier rastro de droga que haya. - dijo guiñandome el ojo-

- Wow, es admirable la forma en que quieres cambiar.

- ¿No tienes problema?

- Nunguno. -dije regalandole mi mejor sonrisa-

Salimos de la habitación y nos dirigimos al comedor. En el ascensor, Louis se miraba al espejo haciendo muecas raras, yo comencé a reírme y él hizo muecas aún más graciosas.

- Para ya Louis-dije aún riendo-

- Oh Louis ya para no ves que me haces reír y mis perfectos rizos se despeinan-dijo con voz de mujer y gestos femeninos burlándose-

- Eres un idiota.-dije aún riendo y le di la espalda cuando el ascensor llegó al piso del comedor-

En el comedor habían alrededor de 45 personas, todas con sus uniformes. Junto con Louis nos ubicamos en el final de la mesa y enseguida una moza se acerco a preguntar que deseábamos beber.

- Sabes Louis...es raro.

- ¿Qué es raro Harry?

-La forma en la que tú te integraste a mi como yo a ti.

-¿Cómo?

- Quiero decir, usualmente tardo en hacerme amigo de una persona por lo menos en...3 meses, y a ti te conozco hace muy poco tiempo y siento como si te conociera de toda la vida.

- Anoche estaba pensando lo mismo, con la diferencia que a mi mucha gente me dice eso, quiero decir, suelo ser muy fresco con la gente y no me da vergüenza bromear constantemente o pasar el rato que sea necesario.

-Aquí tienen sus bebidas-dijo la mesera y se fue-
- Harry...¿Crees que podré lograrlo?
- ¿Lograr qué?
- Ser mejor.
- Lo harás.

Richard se acerca a la mesa.

-Hey Harry!
- Hey, Richard.

Ambos se saludaron. Richard miró hacia Louis sorprendido pero de todas formas lo saludó.
- Nos vemos en clases, Harry.
- Claro, adiós.

- ¿Por qué ese tipo me miró de esa forma?
- Es que...conoce tu fama.
- Oh, ya veo.

Terminaron de desayunar, Louis subió al cuarto y Harry a sus clases.

- Harry, te advertí con ese tipo, aléjate de él.-dijo Richard-
- No es malo, Richard, de hecho, ha sido muy bueno conmigo.
- ¿Qué han hecho?
- Evitó que me robaran, lo salvé de las tareas comunitarias, fuimos al parque de diversiones...
- Wow. Ya son amigos.
- Eso creo. Me agrada.
- Bueno, suerte.
- ¿Cómo está Darcy?
- Bien, muy bien. Está mejorando bastante rápido. Es fuerte.
- Me alegro mucho. Saludos a la niña y a tu esposa.

Las clases comenzaron y parecían ser interminables, no veía la hora de terminar y estar con Louis.

Al terminar las clases corrí hacia mi habitación, allí estaba, jugando con su teléfono, se veía ansioso.

- ¡Harry! Te he estado esperando.
- Ya veo, lo siento, son 6 horas por día.
- No te preocupes.
- Okay, iré a ducharme y luego vamos a tu casa.
- Bien.

Luego de la ducha fuimos a su departamento. Comenzamos s limpiarlo, de punta a punta, rincón por rincón, quedó impecable, noté que Louis estaba ansioso, supuse que era por su aducción, verdaderamente estaba haciendo un gran esfuerzo, me pregunto qué lo motivada para hacer esto. Decidí ser útil y hacer algo productivo.
- Louis, puedo notar tu ansiedad, vayamos por un helado. Yo invito.
- Esta bien.

Llegamos a la heladería, compramos los helados y tomamos asiento. Noté a Louis algo pensativo y triste.
- ¿Sucede algo, Boo?
- Oh, nada. Es que...bueno...aquí solía venir con mi madre cuando era pequeño.
- Lou...¿Cómo murieron? No tienes que contestar sino quieres...
- Un accidente de auto...
- Lo siento tanto.
- En realidad, mi padre si está vivo.
- ¿Cómo es eso?
- Mi padre nos abandonó cuando nací. Entonces yo llamo, bueno...llamaba, "papá" al padre de mis hermanas, ya que él estuvo desde que tengo un año.
- ¿Sabes dónde está tu padre?
- En América. Tiene una familia allí.
- ¿No has pensado en hablar con él?
- Neh. No me interesa hablar con alguien que es capaz de ignorar a su propio hijo.
- De acuerdo...
Harry estaba lamiendo su helado, Louis lo miró por un instante y comenzó a sentirse algo apretado allí abajo. Se acomodo de diferente manera y sonrió.
- ¿Cuál es el siguiente paso, Hazzi?
- Anotarte en una carrera.
- ¿Qué?
- Las inscripciones están por abrir, no debes dejar pasar esta oportunidad, vamos, estudia contaduría.
- ....¿Tú crees?
- Por supuesto que sí.
- De acuerdo...
- Iremos mañana.

Estaban caminando, Louis acompañaba a Harry al colegio, iban caminando tan cerca que prácticamente rozaban sus manos. Al llegar, se despidieron, Harry estaba por entrar, pero una aguda voz lo detuvo.
- Aguarda, Harry.
- ¿Sí?
- Gracias por todo.

Y en ese momento no hubo mejor forma que unir sentimientos con un cálido y necesitado abrazo, el cual expresaba más que mil palabras.