sunrise ; luwoo

pretty clouds pretty flowers

tw: selfharm

Ambos hermanos se encontraban recostados en el patio trasero de su casa, era algo grande; tenía un pequeño cultivo de margaritas que Jungwoo había plantado. Sus padres cosechaban fresas, moras azules y rojas que vendían en el mercado de la ciudad además que su mamá preparaba mermeladas y postres con aquellas frutas; además que se encargaban de cosechar algunas flores simplemente por gusto, pero para sus cosechas tenían otro terreno. Y es que los dulces señores vivían muy bien gracias a sus cosechas, pues según varios habitantes eran de las frutas más deliciosas que habían probado.

— ¿De qué tiene forma esa nube? — preguntó Hyunjung con voz divertida mientras miraba de reojo a su hermano menor sonreír para después hacer un tierno gesto pensativo.

— Uhmm...— llevó su dedito índice a sus labios golpeteando este antes de hablar.— P-Parece una galleta mordida... ¡Una galleta con malvavisco! — estiró sus manos mientras estiraba sus manos para después reír junto la chica.

La mayor llevó su mirada a su menor mientras se sentaba cuidado en el pasto recargando sus manos en el césped mirando a Woo con atención.

— Jungwoo.— le llamó e hizo que el ajeno se girara a verle y poco a poco se sentara junto a ella.— Fuiste muy fuerte hoy... Estoy muy orgullosa de ti... Hiciste muchos amigos, conejito de peluche. — sonrió tocando la naricita de su hermano con un pequeño toque con su dedo índice y el mencionado parpadeó varias veces para después sonreírle. Acercó su mano para peinar sus cabellos castaños y acurrucó su rostro en su mano.— Además... Fuiste muy fuerte con lo que hizo ese feo señor.

Jungwoo bajó apenado la mirada ante lo último e hizo un pequeño puchero con ojitos llorosos.— P-Pero no le dije n-nada, Jungie...— respondió llevando sus manitas al pasto jugando con la textura de este.

— Es normal, Woo...— intentó tranquilizarle y suspiró.— ¿Recuerdas cuando te platique del señor que me acorraló en el centro comercial? — dijo la de cabello negro y suspiró.— Estaba congelada de miedo... Si no hubiera sido por Jessica probablemente otra cosa hubiera pasado...— hizo una pequeña mueca mientras acomodaba su cabello. Y es que Hyunjung aún recordaba ese día, cómo aquel hombre la había seguido desde que entro al centro comercial e intentando esconderse en el baño de chicas resultó peor; pues aquel tipo la acorraló y comenzó a decirle cosas horribles mientras intentaba besarla. Aquella mujer Jessica entraba al baño cuando se percató de la escena ayudando a la menor; Jessica se había convertido en su jefa, pues la mayor tiene un salón de belleza en el centro comercial y donde Hyunjung pidió trabajo como una especie de recepcionista en aquel lugar.

Woo alzó su mirada asustado y asintió tímidamente jugando con sus propios deditos intentando no romper en llanto. La mayor hizo una mueca para después sonreír cuando se le ocurrió algo.— Si hoy tengo tiempo en la noche, preparamos waffles con chocolate ¿te gusta la idea, bebé? — su hermana acomodó los cabellos del ajeno y sonrió más animado mientras asentía. Se puso lentamente de pie y ayudó a Jungwoo levantarse también. — Ven, quédate adentro... Mi hora de almuerzo termina pronto y tengo que irme. — suspiró mientras se adentraban a la casa y sacudiendo un poco sus prendas se separó de su hermano poco a poco.

— Esta b-bien.— talló sus ojitos y después le observó sonriendo. Jungie le sonrió mientras de su mochila sacaba dos pequeños broches que había comprado; eran en forma de mariposita en color amarillo y rosa.— Mira lo que conseguí. — rió colocando con cuidado ambos brochecitos en cada lado de la cabeza de su hermano y los puso en su cabello. Jungwoo rió emocionado dando saltitos y mordió sus labios arrugando su naricita.— Me compré las mismas en morado.— señaló los broches en su cabello largo y aplaudió junto al más bajito. Le abrazó por última vez y tomó sus cosas y una botella de agua que había dejado en la mesa antes de salir al patio.— Bien... Debo irme, Woo... Recuerda que mamá llega a las 8 de la noche... Papá en la mañana y si vas a dormir, cierra muy bien las puertas y no olvides tus medicamentos ¿de acuerdo? — tomó la cabeza de su hermano y riendo dejo un besito en su frente haciendo al menor reír.— Te amo mucho, regreso en la noche. —