CAPITULO 6

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Me encuentro envuelta entre sábanas, mis piernas se entrelazan con las de Nate mientras que mi mejilla descansa en su pecho desnudo. Cada vez que se queda a dormir su pecho resulta ser mi nueva almohada, no es suave como la espuma pero para mi resulta perfecto.

—Buenos días— su voz es mas ronca a estas horas. 

Apretó los ojos adaptándome poco a poco a la luz que ingresa por mis ventanas.

—Buenos días— digo entre quejas.

Su pecho empieza a vibrar provocando que me remueva, entiendo que esta riendo.

Pienso en golpearlo para poder seguir durmiendo pero me silencio cuando el sonido de la puerta de la entrada nos pone en alerta.

Nate toma una postura rígida y se levanta al mismo tiempo que yo, se coloca los pantalones escuchando que alguien se aproxima. Esta dispuesto a salir haciéndome señales de quedarme detrás de él, pero no es tan rápido, la puerta de la habitación ya fue abierta. 

Me quedó a un lado de la cama cuando mi corazón vuelve a su ritmo habitual, veo a la mujer que me trajo a este mundo, sus ojos afilados y delineados pasan de Nate a mi alternamente, sus labios forman un fina línea. 

—Mamá..— es lo primero que balbuceo.

—No tienes pudor.

Su mirada desaprobatoria y sus labios fruncido hacen que me encoja en mi lugar y baje la cabeza.

Mis ojos pasan por mis prendas, tengo un short muy corto y una blusa casi transparente. Me cubro con la bata que encuentro a un lado.

Ella lleva un perfecto traje bien planchado, su falta tubo, su blusa y tacones combinan.

—Señora...

—Y tu porque sigues aquí. Ya obtuviste lo que querías— me señala. —Ahora vete.

Quiero refutar pero me quedo callada al ver sus ojos, me fulminan como advertencia. Entonces vuelvo a sentir esa sensación que ella emana, desprecio hacia mí.

—No voy a permitir que le hable así— dice dando un paso hacia ella.

Miró al chico que ha despertado a mi lado, ya no es el mismo, no tiene esos ojos dulces que conozco.

Mi madre no se conmociona por su cercanía, todo lo contrario, alza la mirada dispuesta a atacar como si de una presa se tratara. Me apresuro a tomar a Nate del brazo antes de que de un nuevo paso.

—Nate por favor— le suplico.

Sus ojos verdosos se tranquilizan al verme, solo finjo que todo ira bien. Y le pido que se vaya aunque por dentro solo quiero escapar con el. 

Hace un gesto en negación pero finalmente toma su camiseta al final de la cama y se lo coloca de forma rápida.

—Buen día— dice al pasar por el lado de mi madre. Antes de irse, desde el marco de la puerta voltea a verme. —Te llamare luego.

No logro responder pues la puerta ha sido cerrada en su cara.

—Alístate. Tenemos cosas que hacer.

Esta era la mujer que tanto había querido ver,  paso un largo tiempo y ella sigue siendo la misma, mis esperanzas de tener su cariño se esfuman, como si lo años no pasaran, su cabello ni rostro muestran signos de envejecimiento, tampoco su presencia había dejado de ser autoritaria ni su desprecio hacia mi. Nunca tendré su aprecio, después de todo soy la hija que nunca quiso, y la razón por la cual mi padre nos dejara.

No tengo idea de lo que tiene planeado, ni me molesto en preguntar. Desde pequeña ella me llevaba y dejaba donde dictara, esta vez no fue diferente. Todo se trata de su amada empresa, su nombre y que me requiere para algo.

CUANDO TE VUELVA A VER [AMORES #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora