CUANDO TE VUELVA A VER [AMORES #1]

CAPÍTULO 12

Es viernes. Sky y yo nos encontramos recorriendo los pasillos, me la había encontrado en los pequeños huecos de su horario. 

Trenzo mi cabello hacia un lado, es molesto cuando siento que mis ondas se esponjan sin remedio. El. clima húmedo de la temporada tampoco ayuda.

—¿La reconciliación fue buena?.

Suelto unas carcajadas, negándome a responder, se el sentido de su pregunta y no daré el gusto a su insistencia de lo triste que debe ser la vida de Nate por mi culpa.

Bueno ¿Es que el sexo es tan importante?.

Ella viene a mi lado, contándome lo mal que le va en una de las materias. Es justo cuando me dice que piensa mandar un video caliente a su profesor que siento un fuerte golpe, un que no precipite, doblando en la esquina, hasta que me hace perder el equilibrio.

Unas manos me toman de la cintura acercándome a un pecho desconocido y duro, abro los ojos cuando estoy segura que no sentiré mi trasero estrellarse con el suelo.

Caleb.

Sus ojos grises intensos me examinan a detalle, puedo ver lo oscuro que se vuelven sus ojos cuando una de sus manos se aproxima a tomar el final de mi trenza. Como respuesta mis labios se separan, aunque en mi mente no parezca ni una sola palabra, esta demasiado cerca. 

—Siento una gran tensión sexual.

Esa es Sky.

Pestañeo regresando a la realidad.

—Caleb.

Con mis brazos lo alejo, sacándolo de mi espacio personal. Él sonríe complacido.

Volteo a ver a mi querida amiga.

—De parte de él—. se apresura a decir. Muevo la cabeza escuchando a  Caleb soltar unas carcajadas.

Y vaya que risa.

Me reprendo mentalmente de pensar aquello, no podía estar viendo al chico que intenta sacarme de mis casillas cada vez que puede de esa manera.

—No te lo voy a negar.

Agrando los ojos, el calor se empieza a sentir en mi rostro y se que estoy ruborizada. Maldito seas Caleb.

Dispuesta a marcharme decido seguir mi camino sin mirar atrás, se que Sky me sigue cuando escucho sus pasos tras de mi.

—¡De nada!.

Bufo.

—Ha pasado algo. ¿Cierto?— su pregunta llega como un balde de agua helada. Y esta resulta ser mas una afirmación. 

—En realidad no.

—Estas mintiendo.

El sexto sentido de Sky empieza alarmar cuando no encuentro algo que decir.

Aunque mi charla con Caleb resulto ser muy reveladora, la noche de la azotea, no podía contárselo a Sky. A ver, el tatuado es molesto e increíblemente empedernido, pero es su vida privada y no debo ser un engendro del mal para saber que es un tema delicado y muy delicado, se trata de su madre. Lo que me recuerda, mi asunto con la mía, estaba siendo ocultada para todos, no quería sus frases de siempre, Nate y Sky saben como es ella, lo único que haría es verme débil y tampoco me gustaría que fueran revelándolo.

Me despido de Sky cuando ubicó mi siguiente clase. Dado que las horas pasan y mi estómago empieza a doler, de nuevo, por las horas que llevo sin dar ningún bocado de comida sólida, todo por la estúpida dieta. Saco un nuevo calmante que trago con ayuda de la botella de agua, estoy tomando litros y litros desde hace días.