- Ella carraspeó dos veces para recuperar el habla.
- Soy inocente. No he besado a nadie más. –aseguró pero no pudo imprimir el tono victorioso que pretendía, salió mas como un resuello.
- ¡Como puedo saberlo! –le contestó ya en control total y ella le odió un poco por eso, porque aun se sentía como si estuviera hecha de gelatina.
- He sido fuertemente cuidada y custodiada desde la cuna. El único que me besó y hasta eso teniendo escasos segundos para hacerlo –buscó el aire que aun se le negaba a sus pulmones- fuiste tú y deduzco que pudiste gracias a tus más que comprobadas habilidades. Por un pelo no te vieron, estarías pudriéndote en las mazmorras.
- Ni siquiera he empezado a mostrarte mis habilidades...-sonrió socarrón y ella se acaloró de inmediato para su pesar. Él recordó entonces ese beso y se sorprendió de que el enojo por haber pensado que ella había besado a otro le nublara los recuerdos, mala señal...
- Ahora puedo besar a alguien y no puedes hacer nada. –le sonrió ufana contraatacando, eso lo sacó de sus pensamientos. Él no le contestó simplemente la volvió a agarrar por los hombros y ella vio que luchaba contra él mismo para no zarandearla. La vio interrogante y a todas luces enfadado -Ejecutaste tu sentencia siendo yo inocente, ahora puedo salir y besar a quien quiera y ya no puedes hacer nada.
- ¡Esto no es una maldita película! ¡No nos regimos por esas leyes!
- Como sea... -se removió y él la soltó maldiciendo fuertemente.
- Vas a lograr que al llegar a casa te mantenga encerrada de por vida. –amenazó. –Si me entero que besaste a alguien Habiba... -chispas salieron de esos ojos y ella tragó saliva aunque disimuló como pudo.
- ¿Me repudiarás? –se acercó tratando de imprimir un brillo interesado en sus ojos.
El maldijo de nuevo. Era una contendiente formidable.
- Hablaré con tu tío. Y haré que te arrepientas. Presióname más, un poco más Habiba y descubrirás que no amenazo en vano.
- Tu barba pica horrible. –espetó dando por terminada la discusión con una mentira.
*******
- No logro que ese hombre desista. –Gimoteó Habiba tumbada boca abajo en su cama unas horas después. Zaím había salido intempestivamente después de asegurarle que se arrepentiría si ella besaba a alguien más.
- Eso de decir que besarías a otro.... Creo que lo alientas. –opinó Baasima desde el suelo tumbada sobre un enorme cojín. La observación de su prima hizo que Habi alzara el rostro hacia ella y luego le preguntara a Azima.
- ¿Será eso?
- Avivas su espíritu primario cavernícola. –respondió Azi desde un cómodo sofá.
- La dominación de su hembra como macho Alfa. –puntualizó Baasima. –lógico. –se encogió de hombros como si eso fuera la verdad absoluta.
- ¡Pero si el muy maldito se crio en Europa! ¡debería estar más civilizado!
- No cuando se trata de su futura mujer, allí todos regresan a la época de las cavernas, al menos en este lado del mundo. –Azima rodó los ojos. –Deberías saberlo.
- Debería haberme casado con un verdadero europeo, así como lo hizo Baasima. Alguien educado, hombre de modales impecables en todo momento.
- Oh, bueno... Ian a veces también es algo... algo...
- ¿Qué? – las otras dos preguntaron curiosas y se acercaron, su interés incrementó al ver el sonrojo de Baasima.
- Bueno, a veces no es muy civilizado que digamos.
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Princesa Habiba (Princesas de Durban 2)
RomanceHaber gozado del favoritismo de su tío el rey de Durban desde que tiene memoria hace que a veces una princesita se sienta demasiado libre, es decir, que crea que puede hacer cosas "inocentes" como nadar desnuda. Esto provoca un incidente que le cam...