De las cenizas a lo nuevo

Capítulo 17

Harry maldijo el nombre de Hibari Kyouya al noveno círculo del infierno y de regreso mientras miraba con horror el absoluto desastre que el otro adolescente había hecho con su cuello la noche anterior. Ni siquiera el bálsamo para los moretones iba a ser suficiente para lidiar con todo eso para cuando comenzara la escuela, ¡y Harry tampoco tenía suficiente para todo eso!

¡No es de extrañar que se hubiera visto tan malditamente presumido cuando se fue esa noche!

Incluso tragar era incómodo. Harry se había despertado pensando que le acababa de dar un calambre en el cuello por dormir raro en una corriente de aire, solo para ver que su cuello estaba prácticamente rojo y morado en el espejo del baño con marcas de dientes . Estaban calientes al tacto y doloridos, e hicieron que sus entrañas se retorcieran con una mezcla de vergüenza y una pequeña emoción en la que realmente no quería pensar mientras cerraba los ojos y buscaba el bálsamo de todos modos. Primero tendría que lidiar con los dolorosos y hacer lo que pudiera con los que iban a ser visibles. Iba a tener que recordar su billetera hoy también porque Kyo lo había sacado de la escuela tan rápido que todavía tenía sus zapatos escolares puestos, y su bolso estaba en la Oficina del Consejo Estudiantil. Hoy no hay bento para ninguno de los dos.

Suspiró mientras comenzaba a aplicar la crema calmante en su cuello.

Realmente esperaba que hubiera suficiente crema. Había ya rumores que vuelan alrededor de ellos siendo un elemento. Si aparecía luciendo como si hubiera sido mutilado, entonces solo iban a empeorar y - suspiró. La gente inevitablemente lo acusaría de ser solo el presidente del Consejo Estudiantil a través del favoritismo, porque Kyo lo presionó, y eso lo molestaría porque no era falso. Sí, había habido una votación , pero había estado en Namimori el tiempo suficiente para saber que había sido manipulado a su favor sin que él lo supiera en ese momento. Demonios, él había sido el único CORRIENDO. Y - había hecho lo mejor que pudo cuando lo empujaron a hacerlo, tal vez no hubiera queridoa, pero habían puesto su confianza en él y siempre le resultaba difícil decepcionar a la gente cuando en realidad lo hacía. Honestamente, nada le hubiera gustado más que pasar la mayor parte de su tiempo durmiendo la siesta en el techo o reírse de cualquier meme tonto que sus compañeros tuvieran en su teléfono en lugar de correr tras los presupuestos del club y los informes de delincuencia.

Escudriñó su cuello, sintiendo a Pixel entrelazarse alrededor de sus tobillos. Todavía tenía moretones en los hombros, pero los de su cuello se habían desvanecido considerablemente, había algunas sombras más oscuras pero ... mientras nadie prestara mucha atención, no era probable que se notaran. El esperó. (No se dio cuenta de que el cuello de su camisa increíblemente blanco los haría bastante obvios en contraste con el resto de su tono de piel. Harry no engañaba a nadie).

Suspirando en silencio, se vistió, sacó sus viejos zapatos para correr y metió sus zapatos escolares limpios en una bolsa de transporte, y trató de no notar la caja de basura inflamable que faltaba en la puerta principal que tenía la intención de llevar a la punto de entrega pero ... no lo había hecho. Sus oídos se sentían calientes.

Con la billetera en la parte de atrás de su bolsillo, los zapatos en una bolsa de transporte, Harry rápidamente se dirigió a Nami-High para recoger su mochila y llegar al salón de clases antes de que Kyo lo alcanzara.

Así que, por supuesto, el prefecto lo estaba esperando en la puerta principal.

Suspiró, frotándose la cara con una mano, "No tenías que sacar la basura, pero gracias", le dijo al adolescente japonés cuando lo alcanzó. "¿Llegaste bien a casa?" preguntó ociosamente, medio esperando escuchar que Sawada o su séquito lo acecharan solo para que Kyo frunciera el ceño. "¿Qué?" preguntó sospechosamente un segundo antes de que le agarraran la barbilla.