El significado de amarte (EN PROCESO)

CAPITULO 3

Salvada por la...¿Puerta?

—El m-e dejo... ya un año, le acabo de romper su promesa, yo-o le prometí no llora y aquí estoy llorando, pero él se suponía que no me iba a dejar y se fue, nunca más lo volveré a ver, ya no tengo a quien decirle mis bromas, ya no tengo a mi amigo, mi compañero, mi hermano, Dios... ya no tengo a mi hermano.

«Es gracioso pensar que siempre le hacía bromas de querer ser hija unic-aa, pero aquí estoy llorando porque quiero que vuelva. —entre sollozos, estaba en los brazos de aquel extraño, empapando su camisa blanca con mis lágrimas.»

No me dijo la tipica palabra que comencé a odiar: todo va a estar bien. No, el me dijo esa palabra que extrañamente me hizo querer llorar un poco mas, senti que mientras me correspondía a mi abrazo iba recogiendo esas pequeñas astillas de mi corazón tan pequeñas, haciéndose parecer como si quisiese organizar un rompecabezas de donde no se sabía ni por dónde empezar.

Me desmorone poco a poco, llore todo lo que no había llorado en un año, llore por todo el tiempo que pase junto a él y no lo aproveche bien, por nuestros sueños no cumplidos, por todos los maravillosos recuerdos que no se volverán a repetir.

Al final llore como por horas, y el chico nunca se quejó, solo me pasaba su mano por la espalda.

Cuando ya pude calmarme y deje de llorar porque no tenía las fuerzas suficientes, sentía que si volvia a derramar una lagrima mas me iba a morir de deshidratación.

Mientras recuperaba las inexistentes fuerzas que tenia, me quede pensando. ¿Porque sigue aqui... conmigo?

Alce la vista hasta su perfil aprovechando que el miraba hacia la nada.

Volví a repasar aquellos ojos azul tan electrizantes he intimidantes pero a la vez transmiten tanta paz y un tanto de ternura.

Vaya, de verdad es merecedor de ser retratado.

Ni en los peores momentos dejas ser como eres.

¿Qué?, solo admiro la belleza.

Como si él sintiera mi mirada, voltea su cabeza conectando nuestras miradas y sonríe.

—Hola—murmura.

Yo sigo viendo sus hermosos ojos.

—Gracias —susurro.

—¿Porque?—pregunta

—Por haberte quedado —susurro, mi garganta duele, creo que voy a quedarme sin voz

—No hay porque darlas, a veces necesitamos con quien desahogar lo que tenías retenido por tiempo, hay veces que si te lo retienes mucho tiempo creas batallas contra ti mismo y pensamientos que te carcomen y te llenan de culpabilidad.

—¿Cómo?, ósea quiero decir ¿cómo sabes eso?— pregunto, es que en verdad se veía seguro de sus palabras.

Vi como en sus ojos se reflejó un deje de una tristeza profunda, como su espalda se tensó un poco, haciéndome arrepentir de mi pregunta.

—Perdón, aveces soy demasiado entrome...

—Experiencia. —su ronca y resonante voz hizo hacerme callar—dejar ir... suena tan fácil. Suena demasiado fácil, cuando no lo has experimentado y nunca has estado en el lugar de la persona suena la cosa más jodidamente fácil. Pero cuando estás ahí, cuando estás ahí en ese momento tan vulnerable sientes el mundo desmoronarse. Posiblemente eso es una de las cosas más difíciles para el ser humano, se necesita una cantidad inmensa de valor para despedirte de alguien que significó mucho para ti.

Vuelve su mirada a mí antes de volver a hablar.

«Por eso no dude en salir aquí cuando te vi llorar, pensé es que tal vez podría ayudar, estaba la opción que me mandaras a la mier...coles, pero fue bueno al ver que no me dabas un puño desencaja-rostros .