run and hide.

uno.

JungWon.

"Hybe University" era el nombre de aquel internado. ¿Miedo? Tal vez, el lugar es tan inmenso que puedes perderte allí y jamás salir.

Jaja, solo bromeo, no se lo crean.

Aunque bueno si es tan grande pero no tanto para que desaparezca en aquel lugar o al menos eso dice en su ficha. Tiene un jardín donde los demás estudiantes pueden salir a pasear, tiene un gimnasio donde hacen las clases de educación física, un patio donde esta la cafetería y la cancha de vóley y básquetbol y también una piscina.

Era el internado perfecto ante los ojos de cualquiera o ante mi.

Hoy era mi primer día, el autobús me fue a recoger, mis padres se despidieron de mi entre lágrimas pero bueno era comprensible ya que su único hijo se iba a un internado y las visitas eran muy pocas.

Subí con mis cosas y busqué una lugar donde sentarme, todos los lugares estaban llenos ¿Serán nuevo como yo? Pues claro que sí tonto, es autobús solo va para los alumnos nuevos. Mi mirada se dirigió a un chico que estaba mirando por la ventana con los audífonos puestos, me acerqué a él y toqué su hombro para que me prestara atención y así fue.

—Hola, buenas días. Lamento la interrupción, pero quería saber si este lugar está libre —pregunté.

—Siéntate si quieres.

Se volvió a colocarse los audífonos —ya que se los había quitado para escucharme— y siguió con su vista en la ventana. Acomodé mis cosas —que no fueron nada fáciles ya que el autobús ya estaba en movimiento— y me senté al lado del castaño.

—Soy JungWon —estire mi mano.

El desconocido me miró por unos segundo y volteó a mirar la ventana. Frunci el ceño levemente y toque su hombro una vez más, este volteo medio molesto y se sacó sus audífonos.

—¿Qué quieres? —preguntó seriamente.

—Me llamo JungWon, ¿y tú? —sonreí.

—No es de tu incumbencia.

—Vamos, nos veremos en el campus. Tal vez sea necesario para que el destino nos haga amigos.

—Me llamo Jake...—susurró.

—¡Oh Jake! Que lindo nombre, aunque no suena coreano ¿Eres de otro país?

—Sí, soy australiano.

—Australia, me gustaría conocer Australia creo que sería muy bonito.

Volteé a verlo, pero él ya no me prestaba atención. Saque mi celular y comencé a jugar cualquier cosa que había hasta que llegamos al destino.

El chico Jake fue el primero en salir, yo me tomé mi tiempo ya que aunque no llevara tanta maletas si pesaban.

Habían varios estudiantes conversando o paseando por el jardín, todo era muy bonito pero algo me llamó la atención, ninguno mostraba expresiones en su rostro, eso me resultó raro.

Cuando llegué a la entrada una chica de nombre Yerin me hizo un pequeño tour, a mí junto a unos estudiantes más —entre ellos Jake— me supongo que él también era nuevo.

Repartieron nuestros horarios y el número de habitación, también nos pidieron todo tipo de electrodomésticos. Le tuve que dar mi celular, tal vez después nos den un tiempo de hablar con nuestros padres.

Miré mi boleto para ver que habitación me tocaba.

Habitación 127.

Wow.