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❦ ━━━━━━『𝑺𝒐𝒏 𝒍𝒊𝒃𝒓𝒆𝒔 𝒅𝒆 𝒄𝒐𝒓𝒓𝒆𝒈𝒊𝒓 𝒎𝒊𝒔 𝒆𝒓𝒓𝒐𝒓𝒆𝒔 𝒆𝒏 𝒍𝒂 𝒉𝒊𝒔𝒕𝒐𝒓𝒊𝒂』━━━━━ ❦

Han pasado sólo diez minutos y gracias a Dios Seung-Hyun no ha hecho nada más que gruñir cuando el omega y su primo quedan demasiado cerca o se sonríen entre sí. Para Ji-Yong, se sentía agradable. Estaban debajo de un árbol que les daba sombra, el aire hacía que sus ramas chocasen e hicieran un ruido relajante.

-¿Cuánto tiempo van a tardar aquí?- Seung-Hyun pregunta, interrumpiendo y escribiendo algo en su celular.

-Como... una hora o un poco más- Ji-Yong mira el reloj su teléfono.

-Okay. Me voy- se pone de pie. -Ten esto, si quieres puedes comprarte lo que sea para comer- deja unos billetes dentro de la mochila del omega y se comienza a ir.

-¿Irás a trabajar?-

El alfa sólo encoge sus hombros pero nunca detiene su paso.

-¿Es difícil tratar con él?- Kuta pregunta. -No sé por qué actúa así contigo. Muchas de nuestras tías lo aman por ser protector-

-No sé, desde siempre ha sido así conmigo-

-¿Así cómo?-

-Como hostil e idiota-

Kuta asiente, copiando unas cuántas cosas en su libreta.

La asesoría va bien, el alfa aprende bastante rápido al parecer. Kuta siempre fue amable con él y en ningún momento insinuó algo o dijo cosas subidas de tono. Al contrario, dijo que estaba feliz de tenerlo en su familia y aún más feliz de que pronto sería tío. Dijo que de los primos, Seung-Hyun era el primero en emparejarse y tener un hijo. Bueno, igual el alfa que se había marchado era de los más grandes de sus primos, su familia era joven aún.

Con el dinero que Seung-Hyun le dio, vio que podía comprar algunas cosas en el súper. Eso sería mejor porque así con eso comerían los dos. En un pequeño súper mercado compró bananas, pan, jamón queso y algo de leche de vainilla. También recargó su celular con algo de saldo. Vio la hora y ya eran cerca de las seis de la tarde, y todavía tenía que esperar por el autobús que lo llevara a casa. Caminando a la estación, pasó por una tienda de arte, ahí compró una lata pequeña de pintura en aerosol, blanca. Tenía un trabajo con Seungri el viernes, así que mejor lo compraba de una vez.

En el camión, suspira feliz, sólo quiere llegar a casa y comer algo, para después tomar una ducha y dormir hasta el día siguiente. Cerca de las siete de la noche está abriendo la puerta de su pequeña casa. Huele a cigarro y otras cosas, por la entrada de la cocina salen una finísima capa de humo. Dentro está Seung-Hyun, acompañado de dos alfas más y a esos Ji-Yong no los conoce. Hay botellas de cerveza en la mesa, también vasos sucios y una botella de whisky barato a medio tomar.

-Ehh...- Ji-Yong entra con las bolsas y las asienta en la meseta, al lado del lavatrastes.

-¿Es tu omega, Seung-Hyun?- Un alfa borracho y tal vez drogado, pregunta. El alfa mayor no contesta. -Tiene buen culo-

El castaño abre su boca pero no sale nada, sólo mira con incredulidad a Seung-Hyun asentir, y después reírse. Los otros le siguen.

Ji-Yong prepara un sándwich, bajo la mirada burlona de los tres alfas, cuando termina. Se va sin decir nada a su habitación. Ahí pasa todo el tiempo, encerrado. Más tarde, se ducha rápido y con el cabello húmedo, se duerme. No durmió bien, se despertaba a cada rato, siempre oyendo risas provenientes de afuera, y un poco de música. La última vez que despierta, rueda su cuerpo y choca con algo o mejor dicho, alguien.

Ven aquí, y ámame❑❒Omegaverse❑❒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora