¿Estás ahí?

V

V.

Esa existencia era extraña. Y se había puesto peor al ver el sol saliendo del sur.

Criaturas extrañas merodeaban y chillaban fuera. El cielo se tornó color rojo.

¿Qué había pasado? ¿Qué estaba pasando a su alrededor?

Al mirarte Lía, todo tuvo un poco de sentido. Hacía una semana que no mataba a nadie. ¿Dónde había quedado mi misión? Tranquila, mi odio por todas aquellas bestias seguía, pero, ¿Por qué me la había pasado tan bien estos días a tu lado? Será por mi soledad o porque me gustó ser tu centro de atención.
Sensaciones agradables invadían mi cuerpo al tenerte cerca.

- Lío. – te miré con atención acercándome a ti. Tus ojos negros estaban brillando. – tengo miedo, pensé que este lugar era para ser feliz. Pero, creo que me equivoqué.

- ¿No te he hecho feliz?

- Lo digo por esas criaturas, son mis pesadillas. Vienen desde los recuerdos al fondo, muy fondo de mi mente.

- No dejaré que te pase nada, te hice mía. Te protegeré, nos protegeremos.

- ¿Por qué matas?

- Porque es mi misión…

- ¿Cómo sabes que es tu misión.

- Porque es el rol que se me dio en esta realidad.

Debía sacarte de ahí y lo hice.
Corrimos, tomados de la mano, asustados por esas criaturas, por tus pesadillas.

Dije que era peligroso para ti, que una niña bonita como tú no debería de juntarse con tipos como yo. Soy de los que manchan con sangre.
Pero, me equivoqué Lía.

Tenías razón. Ya no me considero un villano, si no un sobreviviente.

Un sobreviviente de este mundo, de este mundo que poco a poco voy comprendiendo.

Usé mal el término, no es mundo, es realidad.

Creo que me di cuenta al escucharte gritar de dolor y al mirarte preocupado me percaté de que no eras tú.

¿Qué?

¡Ayuda!

¡Déjame!

¡No me toques! ¡Por favor! ¡Ya no quiero más!

¿Por qué te escuchaba a ti Lía? ¿Eran recuerdos tuyos? ¿Qué era aquello que se escuchaba tan claro en el aire?

¿Estás sufriendo Lía?

Algo brilló a lo lejos.  Entre los árboles y la nieve. Una imagen.
Llanto, dolor, una cama, una habitación parcialmente oscura.

Y ahí comprendí todo, Lía.

Te comprendí.

Vives en el infierno.


CONTINUARÁ…