III.

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III.

-         ¿Aún quieres permanecer para siempre a mi lado?

No sentía nada. Era extraño, una voz en el fondo gritaba por el asco, aún así, tan solo eso era, una voz que puede ser callada fácilmente.

-         ¿Cómo te llamas? – debía de saber más de él. Este hombre se había abierto tanto a mi que me mostró su secreto.

Sus ojos verdes estaban sorprendidos y confundidos. – Lía, mira a tu alrededor. Los cuerpos destrozados esparcidos por mi casa.

-         Cueva, es una cueva. ¿Cómo te llamas?

-         Lío, me llamo Lío.

………

Di unos pasos hacia ella mirando su rostro con fijeza, había algo raro en esa mirada.

¿Qué sucedía contigo Lía? ¿Cómo una mujer tan hermosa como tú no estaba gritando de terror?

Había admiración y deseo en aquellos ojos negros. Sin embargo, también había otra cosa en ellos, la locura albergaba ahí, el sufrimiento, dolor y agonía. Pedían ayuda con urgencia.

¿Por qué?

…….

Lío, ¿Recuerdas esa tarde? En dónde andábamos caminando de la mano por la calle del pueblo. Parecía una cita, una fantástica cita. Era muy cuento de hadas. Que lástima que se haya cortado con aquello que sucedió más tarde.

Recuerdo que me llamaron la atención los gritos de ayuda, lamentos horribles se escuchaban cerca. Cuando me acerqué al callejón presencié lo experimentado.

El violador y la muchacha bajo él, gritando. Así estaba yo cuando te conocí, ¿Será que si la ayudas a ella también se enamorará de ti? ¿Debía de hacer algo?

Lo pensé, lo pensé mucho. No quería perderte.

-         Lía, ¿Qué sucede?

Lía miro esos hermosos ojos.  – Sálvame, Lío. Sácame de aquí.

Lío no entendió a lo que se refería, más aún algo fuerte surgió de él, como un rugido, que se extendía por todo su cuerpo. Y luego vino el olor, a unas de esas bestias. Algo más fuerte se activó desde dentro hacia fuera. Se acercó a Lía, su mirada estaba perdida, la había perdido. Ella ya estaba en su mundo.

Algo raro sucedió en ese momento, el sol. Era el sol, ¿Por qué el sol estaba saliendo del oeste? ¿Siempre salió de ahí?

¿Qué importaba eso ahora?

Así que actuó, tenía una misión en aquel mundo y no se iba a detener hasta cumplirlo.

Con un rugido fuerte corrió hasta el hombre para hacer justicia por mano propia.

CONTINUARÁ…

 

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