Capítulo III

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En cuanto bajé de el carruaje sentí cómo unos brazos me rodeaban como si no lo hubiesen hecho desde hace mucho tiempo.
-Que bueno que llegaste! Tengo algo importante que contarte y…-
-Alicia! Deja de hacer tanto alboroto.- Le dijo su madre un tanto intranquila.
-¿Cómo has estado, querida?
-Hola Tía Lucy, bastante bien, pero en realidad un poco...cómo decirlo…- Me distraigo un momento mientras veo cómo Jack saluda  a Alicia, ruedo los ojos al ver como le besa la mano y ella se“sonroja”.
Cuando voy a terminar de contestar, soy interrumpida por Alis
-Sí, bueno, no es el momento, me temo madre, que Eleonor tendrá que contarte luego, ya sabes, tenemos pendiente una charla de chicas- Le decía a su madre mientras hacía unas referencias raras las cuales no comprendí.
En ese momento Alicia tomó mi brazo, escuchábamos la risa de los mayores mientras corríamos dirigiéndonos a su habitación.
-Hey, hey, ¿qué sucede? ¿por qué tanta prisa?- digo mientras me siento a los pies de la cama.
-¿No sabes?-
-claro que no, por eso pregunto-rio levemente
-Bien, habrá un baile al cual obviamente tenemos que ir!
-Hablas del baile en el que príncipes y princesas, los cuales aún no tienen pareja...hablarán para conocerse...y volverse futuros marido y  mujer...¿cierto?
-Exactamente-
-Sí..no iré-
-¿QUÉ? Pero...¿Por qué?- Pregunta algo confundida.
-Porque no me interesa eso de conseguir un príncipe aún. Además ¿para qué quieres que vaya? Si de todas maneras ya encontraste a tu “príncipe azul”- le digo burlándome
-Ja ja, que graciosa que estás hoy-
-Solo digo la verdad ¿No?- Río un poco más para molestarla.
-Como quieras, yo no te puedo obligar a ir Eli, pero recuerda que tus padre si pueden.
-¿Sabes qué? Hay que bajar, toda esta conversación me aburrió-
-Sabes que tus padres te preguntarán en cualquier momento algo relacionado con esto ¿cierto? - Me dice mientras bajamos las escaleras para llegar al Gran Salón.

Estábamos cenando en un ambiente tranquilo, cuando noté algo que no me gustó para nada. Yo, sentada al lado de Alis, como siempre, veo cómo mi molesto hermano mayor, que estaba sentado en frente a mi querida amiga, la miraba con ojos tiernos. Y ELLA HACÍA LO MISMO. En un intento de frenar esto, le doy una “pequeña” patada por de bajo de la mesa a Jack, a lo que el en seguida me mira enojado, yo solo me limité a darle una falsa sonrisa. De todas maneras siguieron con esas miradas cursis, pero, como sabía que en cualquier momento mi madre se iba a dar cuenta de lo que había hecho, preferí no volver a hacer nada.

EL resto de la cena concurrió normalmente, nos tuvimos que ir, pero para mi suerte vendrían mañana para desayunar; los mayores hablarían de negocios y otras cosas importantes. Nos vemos mañana!

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