Amor Entre Dimensiones

Lo que siento

Luego de atravesar el espejo, Sakura prosiguió a revisar a la señora Tepes y para ello, todos fueron a la sala de estar.

- Todavía no entiendo todo esto - comenzó a decir La pelirrosa, llamando la atención de los presentes- cómo... cómo lo hizo? - mirando a Drácula, quién sólo levanto una ceja en señal de que la escuchaba - después de todo, el cuerpo de su esposa fue quemado, pero... aquí está, en perfectas condiciones!! como si nunca hubiese muerto - luego de hablar, respiró hondo y dejó de emanar chacra. Aquella situación, más el hecho de que debía volver a su mundo, la estaban superando.
Los señores Tepes intercambiaron miradas antes de que el hombre decidiera hablar

- Hay cosas que es mejor no saber y menos, cuando hay otras más importantes que resolver - mirando a su hijo - mejor aprovecha el tiempo para despedirte, porque dentro de 2 días estarás muy lejos de aquí - Lisa volvió a notar como todos se tensaban, principalmente su hijo. Drácula no dijo más, tan sólo tomó a su esposa en brazos y caminó hacia su dormitorio. Dejando a los cuatro jóvenes sumidos en sus propios pensamientos.

Luego de un rato, Saphy tomó de la mano a Trevor y se lo llevó a otro lugar...

- Quieres ir a dar un paseo? - le preguntó de pronto Alucard a la chica, mirándola con una sonrisa. Sonrisa que ella correspondió luego de mirar por la ventana, viendo cómo los primeros indicios del amanecer se asomaban por el horizonte.

- Si, vamos - él se acercó y luego de tomarla por la cintura, desapareció de la sala.

- vaya, parece que todos Se olvidaron de mí - dijo Isaac con una gota de sudor y comenzando a caminar hacia su habitación... después de todo, había sido una larga noche.

...

Alucard apareció en medio de un bosque y Sakura, aún sin soltarse de su cuello, giró su cabeza, inspeccionando el lugar.

- es... hermoso - susurró maravillada. El paisaje frente a ella realmente era mágico, ella jamás había visto lugar tan encantador: exóticas y bellas flores, animales, el trinar de las aves, el aroma del bosque, el suave viento que mecía todo a su alrededor... todo eso, era armonioso y - magnífico.

- y aún no ves todo - la chica giró hacia el dueño de tan hermosa voz y al hacerlo, se perdió en esos ojos dorados que la miraban con adoración. Ninguno podía dejar de mirar al otro y lentamente fueron acortando la distancia, uniendo sus labios y sintiendo como sus pechos se llenaban de una explosiva y hermosa sensación, pero sobre todo, sintiendo como sus corazones latían desenfrenadamente.

Su beso rápidamente se intensificó y sus lenguas comenzaron a danzar; Alucard la levantó por la cintura y ella inmediatamente enredó sus piernas a su alrededor... luego de unos segundos, rompió el beso. El chico iba a protestar pero la sonrisa pícara de ella lo dejó mudo Por un instante. Sin decir nada, la pelirrosa se acercó al cuello del Rubio y comenzó a besarlo; él soltó un gruñido cuando ella lo mordió

- Sa-Sakura - dijo cuando ella comenzó a mover sus caderas - si sigues, no podré de-detenerme

- no lo hagas - murmuró mordisqueando su mentón, mientras desabrochaba la camisa. Él sonrío y haciendo uso de su velocidad, llegó hacia un pequeño riachuelo que allí se encontraba. Sin esperar más, se adentro en dicho riachuelo y con cuidado, la depositó sobre una de las grandes rocas que allí habían, comenzando a besarla.
Sakura no esperó más y le arrancó la camisa provocando que el jóven Vampiro rompiera el beso y la mirara con una sonrisa de lado; la chica tan sólo le guiño un ojo y comenzó a recorrer su abdomen con ambas manos, mientras sus ojos se opacaban por el deseo. Deseo que también estaba presente en el masculino, quién comenzó a devorar su cuello luego de despojarla de sus ropas.