Cap 12

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En Estiria...

Lennor bajaba poco a poco las escaleras que la llevarían a la celda de Héctor. Una vez llegó allí, se encontró con el guardia de turno.

- Necesito una silla - le dijo la chica e inmediatamente la obtuvo. La misma fue acomodada justo frente a las rejas de la celda. Mientras el guardia acomodaba la silla, Lennor contempló al maestro forjador... Héctor tenía múltiples heridas por todo el cuerpo, las cuales se dejaban ver ya que el chico se encontraba completamente desnudo- también necesito que te vayas antes de que te mate por mantener a nuestro huésped así- el guardia no lo pensó más y se alejó rápidamente

- Lo hiciste por mí? - fue la seca pregunta del prisionero, mientras la vampira se acomodaba en su silla y depositaba una canasta con alimentos sobre su falda

- Qué?

- Decirle al guardia que se retire para que yo crea que eres agradable... Para caerme bien

- Yo no necesito eso - respondió tranquilamente la vampira

- Vas a negar que no juegas con tu comida? - Héctor aún seguía dándole la espalda pero poco a poco comenzaban a girarse

- La verdad es que no... En cambio, si vieras como Morana y Estiria los torturan... Pero bueno, no estoy aquí para eso

- Y a qué has venido? Quieres convencerme de que cree un ejercito para Carmilla?

- No vine a convencerte sino a negociar. Soy una diplomática y te aseguro que no harás esto gratis. Así que, dime Héctor, que quieres?

- Zapatos y ropa

- Jajaja creo que deberías ser un poco más ambicioso - poco a poco Lennor fue sacando una frambuesa de la canasta y se la metió a la boca seductoramente, mientras que sus ojos no se apartaban de los del maestro forjador.

- Si pidiera mí libertad estoy seguro que me lo denegarias- mirando los rojos labios de la vampira

- Estás en lo correcto pero podrías pedir otras cosas como... Una habitación, una cama o comida en mejor estado - al momento de decir aquello, Lennor se acercó más a las rejas y le extendió una frambuesa- tómala, no está envenenada

- Qué quieres a cambio? - Héctor lentamente se levantó y caminó hacia la vampira sin ningún tipo de pudor. Lennor solo le sonrió y extendió aún más el brazo, invitándolo a qué tomara la pequeña fruta, sin embargo, el joven prisionero se aferró a dicho brazo y en un sorprendente movimiento, ubicó a la vampira de espaldas contra la reja y comenzó a apretar su cuello con fuerza.

La vampira siguió sin decir nada, sin resistirse, sólo riendo...

- Qué es lo gracioso? - le preguntó el maestro forjador pero lo único que obtuvo como respuesta fue a la vampira desapareciendo en cientos de vampiras que ingresaron a su celda y formaron nuevamente a Lennor.

La gobernante de Estiria abofeteó a Héctor de tal manera que lo arrojó contra una de las paredes de la celda. Seguido a ese golpe le llovieron muchos más... Lennor no tuvo compasión, fue tal la paliza que le dio que a Héctor no le dieron ganas de levantarse

- El que sea diplomática y haya querido llegar a un acuerdo contigo, no me hace débil - y sin más le arrojó la frambuesa que pretendía darle desde el principio. Luego de eso, Lennor salió del lugar y dejo tirado al maestro forjador

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En el Castillo de Drácula...

- Muy bien - habló el dueño del castillo- en cuanto el espejo se arme ante nosotros, sólo tendremos 5 minutos para pasarlo. Entendido? - todos asintieron...

Amor Entre DimensionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora