Especial.

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Cumpleaños de T/n y...¿Alguien más?

Esto ocurrió durante los tres años que me salté en la historia, el primer cumpleaños doble que celebraron nuestros protagonistas:)

Narrador.

Un rizado se encontraba con las mejillas rojas por el aire que guardaba para inflar los globos azules que encontró sobre una mesa. 

—¿Qué diablos haces? —El castaño preguntó mientras bajaba las escaleras de dos en dos. 

—Inflando los globos, ¿Que no ves? —Emilio refunfuñó, llevaba poco más de 15 globos y sentía que estaba a nada de desmayarse.

—Eres un idiota.—Orlando reía mientras buscaba algo en uno de los cajones que la repisa café sostenía.—Para algo inventaron esto ¿No crees?—Preguntó burlón mientras se acercaba al mayor con una bomba para inflar los globos. 

—¿Por qué no me dijiste que tenías una de esas?—El rizado intentó quitársela, pero Orlando fue más rápido y corrió hacia el otro lado de la mesa. 

—Mmmm, ¿Por qué no me preguntaste?—Empezó a inflar globos.—Además, estos globos los compré yo, no sé porque los hurtaste. 

—Solo estaba ayudando.—Murmuró.

—Los robaste.

—¡Que no!—Emilio extendió su mano para agarrar otro globo, pero se llevó una sorpresa cuando vio que ya no quedaba ninguno por inflar.—Ves, igual ya había terminado sin tu ayuda. —Musitó orgulloso de si mismo. 

—Ajá...—Orlando se movió un poco y el rizado observó todos los globos que estaban tras el castaño. 

—¿Có-cómo lo hiciste tan rápido?—Emilio estaba sorprendido, nunca había utilizado una de esas "cosas" así que no sabía lo rápido que funcionaban. 

—Pásame la bolsa que está sobre el refri.—Orlando le iba a mostrar lo rápido que funcionaba la pequeña maquinita.—Gracias.—Agarró la bolsa que le extendió el mayor y sacó un globo, abrió su boca y la puso en la punta, el globo se infló en menos de 3 segundos. 

—Pero... oh por dios, los ricos ya no saben ni en qué gastar su dinero.—Estaba sorprendido, no podía creer que las personas fueran tan flojas hasta el punto de tener que inventar algo así. De seguro fue la misma persona que inventó el popote, pensó. 

—Cállate, al menos no terminé con las mejillas aguadas como otros.—Contestó mientras amarraba la boquilla del último globo. 

—Buenos días.—Aidan llegó con Noah.—Traje unas serpentinas.—Dejó una caja sobre la mesa. 

—Aidan, te pedí adornos y solo trajiste esto.—Bufó Orlando con dos botes de serpentinas en cada mano. 

—Relájese compa, la fiesta es mañana.—T/n llegó con Joaquín, ambos venían bien felices (para no decir que venían cayéndose de borrachos) la chica tenía un sombrero de charro gigante y el menor un pequeño antifaz. 

—¡¿Qué les pasó?!—Aidan corrió hacia su amada, pero el castaño menor se le adelantó. Atrajo al de orbes verdes y lo abrazó con fuerza. Aidan tomó a Joaquín por la cintura para evitar que cayera al suelo. 

—¡Suelta a mi bebe!—Emilio le dio un manotazo al mayor.

—¡Oye!—T/n le regresó el golpe.— A mi varón no lo tocas.—Dijo entre sílabas sin dejar de tambalearse. 

—¿Y él si puede tocar al mío?—Refunfuñó.

—Pareces un niño, está borracha, dejala.—Aidan soltó a Joaquín y cargó a su novia como si estuviesen recién casados. 

"El novio de mamá "||Aidan Gallagher.✨ -SIN CORREGIRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora