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La Premiere había transcurrido en un abrir y cerrar de ojos, cuando menos lo espere ya estaba compartiendo algunas fotos con el cast en mis redes sociales.

—Fue divertido ¿No lo creen? — Mamá conversaba mientras papá manejaba.

—Sí, lo fue. — Contestó Trinity. La había invitado a la Premiere y ahora le habíamos ofrecido llevarla. Obviamente aceptó.

—En especial la sesiones... — Agregué guardando mi teléfono.

—Sí, ¿Qué te parecieron los chicos Trinity?

—No había tenido la oportunidad de conocerlos, pero todos son muy amables en especial Tj y Cameron. —Habló con una sonrisa amable.

—Me alegro escuchar eso. —Contestó Mamá — ¿Y tú Aidan? Te veo muy callado.

—Realmente... no sé que comentar. —Suspiré riendo. —Al propósito ¿Nos quedaremos mucho tiempo en Toronto? —Papá me miro confuso por el retrovisor al igual que mamá, a diferencia que ella me miro directamente.

— ¿Qué raro? Siempre estas al pendiente de tus horarios y eventos. Sabes que nos quedamos este fin de semana por lo mismo.

—Solo era para asegurarme. —Encogí mis hombros viendo los demás carros pasar.

—Esta vez, no nos quedaremos mucho tiempo. —Papá finalizo dejándome más clara mi duda.

Para ser franco, no había organizado mis horarios, y si lo hice no lo recuerdo en su tonalidad. Recosté mi cabeza sobre la puerta del vehículo y deje que acabara el trascurso de la noche.





Desperté como de costumbre, notando la pequeña ola calurosa del clima; seguía en Toronto.

Bostece poniéndome de pie para voluntariamente estirarme, con calma me dirigí al baño, finalizando con el chequeo de horario. 7:26 am.

Tome un vaso de agua mientras miraba el ambiente por el ventanal. Relajado con afirmación.

Tome una ducha y desayune con mis Padres, la conversación no era novedosa, solo la misma rutina.

La tarde no fue áspera; así como transcurrió la premiere la noche anterior, lo mismo ocurrió hoy. Lo cual me sosegué ante el tiempo y nuevamente ya estaba en la holgada y no tan cómoda cama.

En un intento de conciliar el sueño solo puedo ver el centelleo de la noche, había dejado abierta la persiana; seguramente me maldeciría en la mañana. Suspire desesperado tomando mi teléfono para ver la hora, 11:45 pm, volví a dejar el teléfono en la mesa de noche y me talle suavemente los parpados para en cuestión de segundos mirar el techo básico y aburrido.

—Este viernes vería aquella chica del muelle —Dijo mi subconsciente

Esta vez no me moleste en pensar en ella.

—Ay... Aidan, Aidan, Aidan... tan rápido ya te acostumbraste a ella—Dije para mí con voz calmada.

Era verdad, ni siquiera me había molestado con su presencia en mi cabeza, estaba acostumbrándome, defendía que no me gustaba esto pero tampoco le temía y supongo que por lo mismo la había citado en el mismo lugar. Tenía la inquietud de no poder conocerla como quisiera e imaginaba que la única forma de quitarme la duda era descubrirla.

Pero ¿Qué le preguntaría? ¿De qué le hablaría? ¿Debería disculparme por no haberle dicho la verdad? Tan siquiera ¿Asistirá?

Muecas se apoderaban de mi rostro como retrato, aquella cabellera larga y cobriza se adueñaba de mí; podía sentir la adrenalina que me obligaba a continuar con esto. Sin peligro.

Me preguntaba ¿Ella pensará lo mismo que yo? 

For You | Aidan GallagherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora