Detrás de las líneas enemigas | Jori

Final

Tori

El amor es una de las emociones altruistas más egoístas que somos capaces de sentir. La forma en que buscamos tan desesperadamente la felicidad de la otra persona porque sólo entonces podemos ser verdaderamente feliz. Supongo que es la diferencia entre hacer el amor y tener sexo. Sé que no tengo mucho en que basarme, teniendo en cuenta que sólo he estado con dos personas en toda mi vida. Pero aun así... pienso en mi experiencia con Steven. Fue rápido y torpe y termino antes de que pudiera entender lo que estaba sucediendo. No había absolutamente ninguna conexión entre nosotros, aunque yo estaba tan segura de que lo amaba. A los largo de todo, él era el único enfocado en llegar mientras yo esperaba que llegaran las buenas sensaciones que nunca llegaron. Y yo tampoco. ¡Ha! Jade estaría orgullosa por mi pequeño
juego de palabras.

Jade.

¿Cómo puedo siquiera empezar a explicar lo que pasa con Jade?

Yo estaba tan nerviosa y asustada la primera vez con ella como estuve con Steven. Pero no era por el miedo de lo que me iba a pasar a mí, o cómo me iba a sentir. No. Estaba nerviosa porque no quería decepcionarla. La satisfacción de ella era el único resultado que sabía que me haría feliz al final. Y yo dudaba seriamente en mi capacidad para hacer que eso suceda. Pero, de repente, se convirtió en mucho más que eso. Tocarla, besarla, probarla...Hacer que se sienta bien se convirtió en mi primer y último placer. Pero era eso lo que había querido originalmente. No, eso era sólo una ventaja increíble. Hacer todas estas cosas para ella era tan gratificante para mí como lo era para ella. Y eso es todo en lo que me pude enfocar. La sensación de su piel, el sabor de sus labios, la forma en como sus ojos se retorcían en éxtasis mientras su avidez era arrebatado de todo su ser.

¿Ves lo que digo?

Egoístamente altruista.

Como ahora, por ejemplo. Nuestros cuerpos sudorosos y calientes se mueven en hermosa sincronía como llegamos a estar perdidas en la otra. Sus caderas se balancean al ritmo de mis manos mientras mis dedos rasguean con habilidad. Sus ojos se exprimen en arcos cerrados con la cabeza hacia atrás, que a su vez hace que su pecho se alineen perfectamente en mi cara. Yo, por su puesto, aprovecho de inmediatamente la oportunidad y uno mi boca con avidez a su pecho.

"Tori..."

Dios, me encanta cuando dice mi nombre así. Todo entrecortado y gimiendo tan- enloquecidamente- sexy.

Quiero escucharlo de nuevo.

Necesito volver a escucharla.

Siempre lo hago. Debido a que es un afirmación de que yo, y sólo yo, la hago que se sienta de esta manera. Esto es a causa de mí, y sólo yo, que por lo general la siempre en control y en calma Jade West se está sometiendo voluntariamente a mi dominio total y absoluto. Así que hago las cosas que sé que la harán decirlo otra vez y otra vez y otra vez.

Porque ustedes saben...el amor te hace así de egoísta. Mejor aún, creo que tengo una gran sonrisa de satisfacción. Apuesto a que puedo hacer que diga mi nombre tres veces más antes de que ella llegue. Me apoyo en el respaldo del sofá donde estoy sentada para posicionarme mejor a mí misma por debajo de sus piernas que están atravesadas sobre mi regazo. Sus manos agarran inmediatamente en el reposa-brazos y el cojín del respaldo para mantenerse en su lugar. Yo paso mi mano izquierda por su espalda, mientras que mis dedos de la derecha continúan moviéndose expertamente en su interior. Entonces arrastro mis uñas lentamente pero con firmeza a través de su piel, algo que se que la vuelve absolutamente demente.

"Mmm... Tori."

Una.

Ella suspira y pone su frente hacia adelante para descansar en mi hombro. Giro la cabeza hacia ella y empiezo a chupar y morder su cuello mientras mi pulgar empieza a trazar lentos círculos alrededor de su clítoris.