Capitulo 23

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Tori

Nunca pensé que el silencio podía ser tan ensordecedor. Ha pasado quince minutos desde que salimos de la escuela y llegamos al parque en la misma calle. Quince minutos en los que no se ha hablado ni una sola palabra. Sé que dije que quería hablar...Pero en cuanto me metí en el coche es como si todo lo que quería decir, cada pensamiento en mi mente, hubiese desaparecido repentinamente en el aire; dejándonos rodeados por una tensión sumamente espesa y sofocante. Beck se desplomó en el asiento del conducto, con la cabeza apoyada contra el respaldo y los brazos perezosamente colgando a los lados mientras mira fijamente sin comprender hacia
adelante; con los ojos increíblemente triste y vacíos.

No puedo evitar el sentimiento de culpa que cae en consecuencias del corazón, constantemente recordándome que yo soy la que causo esto. Que soy la responsable del dolor reflejado en su mirada. Se ve tan perdido y drenado, como un Beck que realmente me asusta.

"Lo siento." Dejo escapar, sorprendiéndome a mí misma de lo fuerte y fuera de lugar que suenan las palabras. Él se burla débilmente y deja que sus ojos se muevan al volante.

"¿Lo sientes?" murmura rotundamente.

"Sí. Lo hago." Miro hacia abajo a mis manos fuertemente entrelazadas, notando como de blanco tengo los dedos debido a la falta de flujo sanguíneo.

"¿Porque es exactamente que lo sientes Tori?" Él pregunta, volviendo la cabeza hacia mí. Haciéndome mirarlo de vuelta para verlo.

"Bueno, yo…" ¿Porque lo siento exactamente? "Lo siento por golpearte la otra noche." Yo digo mirando a su mandíbula hinchada luego miro hacia abajo en mi propia mano magullada mientras flexiono los dedos. "Y-Yo no debería de haber hecho eso. Y yo lo siento por hacerlo."

"No, yo era un idiota." Él dice con una risa amarga. "Tenías todo el derecho de haberme golpeado. Me lo merecía." Su sonrisa se desvanece y me mira con evidente enojo brillando en sus ojos. "¿Por qué estás realmente disculpándote, Tori?" Él silba. "¿Por venir en pos de mí hoy? ¿Por qué te metiste en mi auto? ¿Porqué…Lo.. Sientes…?"

"Beck, que nunca quise hacerte daño a t…"

"¡Pues lo hiciste! Y tú y tu 'lo siento' no hace una mierda." El gruñe "¿Tú crees que diciéndome que lamentas 'enamorarte' de mi novia hace todo automáticamente mejor?" Él se burla, sarcasmo goteando de su boca en la parte 'enamorarte' hace hervir la sangre.

"Lo siento, ¡Beck!" Rompo de vuelta. "Siento que esto sucedió de la manera en que lo hizo, lo siento que estes tanto en el dolor, siento que hayamos llegado a esto, y lo siento que probablemente nuestra amistad se arruinó! Pero necesito que tengas una cosa clara:" Yo lo miro a los ojos y en voz baja y estable le digo. "Yo no lo lamento, ni lamentare, haberme enamorado de Jade." Él sostiene mi mirada desafiante, la ira y el desprecio parpadean en sus ojos, cuando lo miro de vuelta con igual fervor. Él deja escapar un gruñido y airadamente empuja la puerta abierta del coche, cerrándola de golpe una vez que ha salido. Lo sigo rápidamente. "Deja de correr lejos, Beck!" Grito tras de el. "No podemos seguir haciendo esto para siempre. ¿Quieres decir algo? Adelante! Esta es tu oportunidad! Estoy aquí!" Él ni siquiera se volvió a mirarme, simplemente siguió haciendo distancia entre nosotros, haciéndome aún más furiosa. "¿Qué? ¿Vas a esperar hasta la próxima vez que haya una fiesta? ¿Así puedes emborracharte y tener las agallas para enfrentarnos?" Eso hace que se detenga en seco.
"Hay que dejar caer el acto del pequeño mártir, Beck. Tu has estado tan concentrado en tu dolor, en tu sufrimiento, en tu pérdida, que no has pensado en como tu comportamiento y tus acciones han afectado a todos los demás! No has pensado en como le ha afectado a Jade."

"¡Ella es todo lo que pienso!" grita mientras se gira hacia mí. "¡Ella siempre está aquí!" El presiona su dedo índice en la sien. "Ella no va a desaparecer. Ella no me deja en paz. Ella ni siquiera me deja dormir! Cada segundo de cada día pienso en ella. En ella contigo!" El se burla "¿Cómo puedo concentrarme en nada más, ¿eh? Cuando cada vez que cierro los ojos la veo contigo." El está de pie justo en frente de mí, con el rostro rojo y desencajado de ira. "Y yo no lo entiendo, Tori! Jodidamente no lo entiendo! Ella te odiaba! Ella te odiaba a tí y ella me amaba a mí!" Sus ojos se clavaron en los míos mientras su nariz y su barbilla temblaban de rabia. "¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué te la llevaste de mi? ¿Era sólo otro reto para ti? ¿Tenias que demostrarte a tí misma y a otros que la podías conquistar?"

Detrás de las líneas enemigas | JoriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora