Oscuridad...la luz se ha ido...es normal en su psiquiatra en medio de un bosque que lleva años sin que un humano lo pise.
Bueno al menos por nosotros es pisado.
La luz ha regresado.
Bueno chicos...ha terminado su clase -dice quitándose sus lentes-.
Al fin -dice Sarah-.
La estaba mirando...sentada como ni rompiera ni un puto plato...con su cara de ángel...yo seré tu demonio bonita.
Vámonos -dice Aníbal-.
Hora de la comida -dice Sarah emocionada-.
-asenti con la cabeza para que fuéramos al comedor-.
Me alegraba que Sarah ya pudiera comer bien...sin pensar que engordaría ni nada de eso.
Sarah ha estado en los tres pisos.
Aníbal solo a logrado estár en el segundo piso.
Y yo...pues sigo en el primer piso...nunca eh ido al segundo...bueno por un tiempo y al tercero no eh llegado.
Me regalas tu manzana?-dice Sarah-.
-asenti-.
Me da gusto que ya puedas comer mejor -dice Aníbal con una sonrisa-.
Gracias -se sonrojo-.
A Sarah le gusta Aníbal...serian una bonita pareja,pero a Aníbal no le gusta Sarah.
O bueno eso es lo que creo.
Comence a comer de mis papas,estaba en el mismo Psiquiatra en dónde habían estado mis padres bueno con unas mejoras y el nombre cambiado a P.R.E.Y.
Si le quitamos la "P" y le colocamos la "F" diría "F.R.E.Y".
No me sentía solo.
Todas las chicas envidiaban a Sarah,por qué ella siempre comía con nosotros y convivía.
Las demás no.
Kaia en vez en cuando me visitaba,supongo que ella la única bueno un poco diferente a la Familia.
Mamá...
Ella creía en mi...
La única que creía en mi...
Me tengo que ir -dije parandome-.
Por? -dicen ellos al insomnio-.
Los veo mañana -me fui-.
Y de nuevo todas las miradas en mi.
Después de que mamá...es mejor no recordarlo.
Siempre pensé que solo era un estorbo para mamá...pero no.
Según mi tía Jazmín decía que no era bueno que nos criaramos en esos lugares,que no era apto para nosotros.
Matar...es lo que necesitaba ahora.
No podía matar...me llevarían al Segundo o Tercer piso.
No soy un peligro...No soy un peligro -dije para mí...una sonrisa sinica se me formó en mis labios-.
Gritos...es lo que escuchaba.
Venían de la oficina de la psiquiatra Jones.
Estoy arta de ti mamá -gritaba su hija-.
No señorita...no puedes tener novio -le grito-.
Y por qué no? -bufa- yo no tengo la culpa que papá te abandonara -un golpe-.
La psiquiatra Jones había golpeado a su hija.
No me vuelvas a hablar así -dijo llorando-.
Saldré por un café -salio- oh Frey que haces aquí?.
Quería hablar...pero será después -dije rápido-.
Okey -se fue-.
Entre.
Ven -le dije frío-.
Sabía que desobedeceria a su mamá después de su pelea.
Bingo.
