⇸Capitulo 20⇷

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Vegetta y Rubius cada día parecian más y más cercanos, a un punto que el Alfa ya no le dejaba mucho tiempo solo y viceversa. Querían que la gente sepa que el otro era de su propiedad.

Aunque Rubius parecía un manojo de nervios en cada día que se acercaba la boda, aunque no era por esa razón exactamente.

(...)

Ya solo faltaban 4 días para la boda y todos parecian en pánico por los decorativos, habían sirvientes o guardias por todas partes, damas de honor las cuales eligió Rubius (Lana, Mangel, Alexby, Luzu y Akira ya que últimamente se llevaban mejor).

Rubius se sentia impaciente al no tener a Vegetta a su lado ya que este estaba en reuniones con su padre o con el personal arreglando los decorativos, teniendo que permanecer en su cuarto con Luzu y Auron, el cual logró hacer que Luzu sea otro encargado de Rubius.

Esta vez solo estaba Luzu con Rubius, ya que Vegetta había llamado a Auron y no volvían hace un tiempo.

-Sabes Rabis, últimamente estas algo extraño- Hablo Luzu mientras dejaba su libro a un lado. Esa intuición como si fuera de madre le daba algo de miedo a Rubius

-E-Es por la boda Luzu...-

-Rubius, confia en mi, se que hay algo más- Suspiro y abrazo a Rubius -Yo también me he sentido así, se que quizás no quieras decirme lo que sucede, pero quiero recordarte que siempre seré tu amigo y no debes preocuparte mucho por lo que sea que suceda-

Le abrazo y trato de reconfortarlo con sus feromonas al ver la cara nerviosa de Rubius. El no dijo ninguan palabra pero correspondió el abrazo haciéndole ver cuanto lo necesitaba.

-Yo...No puedo contarlo aún- Sollozo -Debo decirselo a alguien más antes de eso-

Luzu asintió y rompió el abrazo, y comenzó a tratar de cambiar de tema. Algo no le daba muy buena espina y mucho menos lo que le acababa de decir, pero esa la decisión de Rubius y el solo debía apoyarlo.

En serio se había encariñado mucho con el platinado.

[...]

En la noche Rubius dormia a un lado de Vegetta, cuerpo a cuerpo. Ya no dormían en separado y eso le agradaba a ambos.

Mientras dormían Rubius se despertó y fue a la cocina a por un vaso de leche, aunque se encontró con nieves.

-Hola Nieves- Sonrió Rubius, aunque esta vez la pelinaranja no respondió como antes sino que se acerco a el algo seria

-Necesito hablar con usted-

-Puede ser mañana, ahora es de madrugad...-

-Se la verdad-

Tell me, ¿what's your real name? ; RubegettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora