021|𝐸𝑛𝑐𝑜𝑛𝑡𝑟𝑎𝑟𝑡𝑒 𝑎 𝑇𝑖|🍷

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Kevin venía con carpetas en mano leyendo los informes por encima mientras sacaba las laves de auto de su bolsillo trasero, no se había percatado que habían tres hombres espectantes a sus movimientos, buscando un sólo error en él, más sin embargo no lo encontraron...

—Andrea me llevaré los de la semana pasada y los de la próxima - No terminó de hablar pues se fijo en los tres hombres que le veían expectantes.

—Esta bien Ford, ellos vinieron buscando al director, pero como no se encuentra disponible, puede que usted pueda hacer algo por ellos - aclaró.

—Claro, ¿Vosotros Sois? - preguntó, claro que sabía quiénes eran, sabía perfectamente que eran las personas que más daño le habían hecho a su amado, pero aún así tenía que ser amable ¿No?.

—Soy su padre, el su hermano y el ruso de ahí su ex pareja - habló Conway.

—Pues un gusto, mi nombre es Kevin Ford, Agente del FBI y Sheriff del Norte de la ciudad - se presentó - si gustan pueden seguirme los llevaré al despacho y hablaremos con él ahí - aclaró para después acercarse a la recepcionista. - Dejaré esto aquí en lo que atiendo a los caballeros, si se presenta aquí el capi o Collins se los das - hablo mientras la recepcionista asentia - Siganme caballeros. - finalizó.

—¿Él No te habló de nosotros? - preguntó siguiendo al sheriff.

—Si claro que me habló de ustedes, pero nunca me los presentó en ninguna fotografía - explicó.

—No me sorprende - soltó por fin el ruso.

Kevin los dirigió hasta el despacho de Horacio, en este se podían observar una cuna al final del despacho, una estantería llena de juguetes, cobijas, biberones y ropa, los tres se quedaron atónicos, con el excepción que dos de ellos ya estaban enterados de la existencia de la pequeña.

Los tres estaban observando la habitación, mientras el ruso la recorría con la mirada fijándose hasta en el más mínimo detalle, su vista se posó en una foto que descansaba en el escritorio, una foto de Horacio cargando a una pequeña bebé y al lado de ellos Kevin abrazándolo, ambos tenían una sonrisa y la vista hacia la pequeña, todo incaba que era él día que nació la bebé, el corazón del ruso comenzó a romperse y un nudo en su garganta apareció.

No dijo nada, no cambió su expresión, sólo se rompió por dentro, su corazón se desgarro  y el nudo en la garganta dolía, pero no tenía derecho de sentirse mal, no tenía derecho de llorar por él, no tenía derecho de reclamar nada, al final, él había tenido de todo, él lo había abandonado, no Horacio, él no tenía la culpa de nada, él sólo quería alguien que lo amará, alguien con quién formar una familia y para eso había encontrado a Kevin y lo había dejado en el olvido a él, porqué eso era ¿Lo correcto, No?

—Bien, le llamaré y le explicaré la situación, les parece? - pregunto el sheriff sacando al ruso de sus pensamientos.

—Me parece perfecto - hablo Conway.

Ford sacó su móvil y marcó a su pareja.

—Holaa bebéeee - contestó alargando la e.

—Hola precioso, verás sigo en las oficinas ¿Vale? - contestó.

—¿Paso algo cielo? - preguntó.

—Nada, nada, Sólo que aquí están unas personas que quieren hablar contigo - explicó - Te pongo en altavoz ¿vale? - habló.

—Vale - susurro - espera espera, que Dae ha despertado - dijo sin saber que ya estaba en el altavoz. - Bien ¿Hola? ¿Quién está ahí? - habló.

—Somos nosotros - habló su padre, un silencio Reino la habitación, Horacio sabía perfectamente a quién se refería cuando dijo "Somos nosotros"

—Ahh, ¿Vosotros Sois los que Quereis hablar conmigo? - preguntó con tono de obviedad.

—Afirmativo, ¿Te vienes o vamos a tener que ir a por ti? - habló su hermano.

—Lo siento mucho caballeros, pero como les informo mi esposo y mi secretaria hoy es mi día de descanso entonces los espero mañana en las oficinas del FBI a esta hora, ni un minuto más tarde - habló serio - Kevin amor, vuelve pronto, estamos a punto de empezar el maratón - habló con cierto tono cariñoso.

—Ahora voy cariño, no te preocupes, nos vemos vale.

—Vale, nos vemos, te amo - contestó.

—Yo también precioso - dijo para colgar. - Bien caballeros, ya lo escucharon, los acompañó a la salida - habló amablemente.

[°°°°]

Cada quién tomó caminos diferentes, nadie se despidió, sólo se fueron, Volkov quería estar lo más lejos posible de las oficinas, su corazón pesaba y el nudo en la garganta volvió a aparecer...

¿Así que? ¿Así se sintió Horacio cuando él lo abandono? Seguramente, pensó.

Su mente enserio le jugaba sus cartas más difíciles y dolorosas, y es que no hacía falta que le recordarán lo estúpido que había sido, había cometido errores y uno más grande que todos los demás y ese había sido dejar ir al amor de su vida.

[°°°]

Gustabo caminaba por las calles del Perro pier, no tenía destino, ni tampoco quería estar con su padre, perder a su madre había sido una de las cosas más difíciles para él.

Pero ahora sólo quería correr a los brazos del quién un día fue el amor de su vida, había sido un cobarde, como Volkov, lo dejó sólo, sin explicaciones, sin despedidas ni mucho menos razones, Greco lo había estado buscando por meses y el sólo le ignoraba, si pecho dolía y sus ojos azules se cristalizaron, pero no se permitiría llorar, no en las calles de los Santos.

Se dirigió hacía una de las barandillas del muelle con vista a la playa y la feria, veía como habían parejas felices, como la gente reía y se la pasaba bien, veía como las parejas se tomaban las manos y se demostraban cariño y es que tal vez extrañaba el calor ageno del cuerpo que un día fue su amado...

Su vista se posó en dos chicos que corrían tomados de la mano, parecían ser libres, amarse, parecían querer gritar a los cuatro vientos su amor, su vista reconoció la figura alta de uno de los chicos, su cabello negro bien peinado para atrás, una barba más corta de lo normal y recién cortada, unos jeans rotos acompañados de unas tapas (Jordans) una camisa blanca cubierta con una chaqueta negra, reconocería ese estilo, esa sonrisa, esos ojos caféses en cualquier parte del mundo.

El chico más bajito reía, iba vestido con unos jeans azules claro, una camisa negra de mangas cortas y unas vans, tomaba de la mano al más alto, pero en un descuido ambos cayeron al suelo, el más alto debajo del pequeño, ambos seguían riendo, hasta que sus miradas conectaron, todo el mundo parecía ver la escena con ternura, pero él sentía las lágrimas caer por sus mejillas, sintió un escalofrío en el pecho y sintió arder su corazón cuando los dos se unieron en un beso, un beso lento de esos que se dan cuando se quieren sinceramente.

Gustabo salió de ahí con lágrimas en los ojos, no podía reclamar nada, no tenía derecho, pero en realidad le dolía ¿Así se sentía amar? Se preguntaba.

O tan sólo ¿No creíste que Greco se podía enamorar de otra persona que no fueras tu? ¿No Gustabin?

🍷

Uiissssss(F) Volkacio?(F) Grecabo?

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Uiissssss
(F) Volkacio?
(F) Grecabo?

Edit 22 enero 2022

𝑂𝑗𝑜𝑠 𝐷𝑒 𝐴𝑚𝑜𝑟 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora