Cap.16 Mi historia

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Carta núm. 1

Hola, soy Jungkook, tengo 20 años y vivo en Seoul.
Desde que tengo memoria, a los 12 años vi que los chicos eran atractivos aunque pensaba que era normal porque todos tenemos amigos y sabemos que son guapos, son nuestros amigos, es normal.
A los 13 llegué a enamorarme de una chica, por eso nunca más pensé en que era gay o sentía algo por los chicos.
Esa chica me hizo ver las estrellas, era un amor conmigo. Me hacía feliz y yo la hacía feliz, teníamos muchas cosas en común y éramos la parejita bonita del instituto.
Ella se llama U y su cabello es moreno, largo y ondulado en las puntas. Sus ojos son pequeños y verdes. Tiene muchas pecas y me encantaba verla por minutos, sin quitar mi mirada de ella.
U es un poco vergonzosa pero le gusta volverse loca cuando ya tiene confianza con cualquiera.
Nuestra primera vez fue a los 15, fue especial pero para ser sinceros dolió bastante.

Yo estaba con ella porque sentía amor. Pero a la vez sabía que las chicas no eran mi fuerte. Jimin era mi mejor amigo y creo que sentía cosas por él o a lo mejor solo quería mucho a mi amigo de primaria.
Bueno, para retroceder el tiempo, a mis 12 años casi besé a Ju-go, un chico popular y muy atractivo, era el típico chico guapo a las que todas las niñas le iban detrás.
Estábamos sentados en un banquillo de fútbol hasta que tuve la fuerza de lanzarme y darle un beso para decirle que me gustaba.
Yo en ese entonces no sabía que lo de ser gay o homosexual estaba prohibido o se veía feo. Yo pensaba que era algo totalmente normal.
Cuando me lancé, Ju-go me empujó y me hizo caer de culo golpeandome muy fuerte la cintura y el trasero. Me comenzó a decir de todo. Me odiaba.
A partir de ese día, cada vez que sonaba la campana para decirnos que ya nos podíamos ir a casa, Ju-go y su pandilla me esperaban a fuera del instituto para insultarme y golpearme. Eran los peores 20 minutos de mi vida. Así todos los días. No me libraba ni un simple día. Entre 20 y 25 minutos me acosaban.
Así hasta que un día después de que me cortaran y me hicieran rasguños en los brazos con agujas y ramas afiladas, me cansé y al llegar a casa, agarré una soga que tenía mi padre guardada, me monté encima de la mesa, la amarré a mi cuello y salté. Estuve inconsciente pero, pues, no llegué a más porque mi madre llegó del trabajo más temprano de lo normal.
Mis padres se enteraron de lo que sucedía todos los días a la salida del instituto y me cambiaron de centro, bueno, nos cambiamos de ciudad.

Yo no podía creer que ser gay era malo. Lo único que cambiaba era que querías a otro sexo. Sólo era amor. Amor.
Desde ese día que me cambiaron la vida esos niños, quise "cambiar". Nunca más intenté sentir cosas por un chico. Nunca dije que era gay y mucho menos que me habían acosado por serlo.
Sí, tuve una infancia muy fea pero volví a "enamorarme" de U cuando fuimos a la misma universidad. Ella seguía sintiendo cosas por mi pero en cambio yo no. No quería a nadie. Mis sentimientos estaban reservados para nadie.

Hasta que... Hasta que vi por primera vez a Kim Tae-hyung entrar por esa puerta de madera color metálico.

Siempre te querréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora