【 ᴏɴᴇ-ꜱʜᴏᴛ ʙᴏᴏᴋ 】
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"Vivimos en infinitas realidades, las posibilidades son múltiples.
En la sincronicidad de la infinitas dimensiones del multiverso, la muerte no existe"
Un libro especial dedic...
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One-shot solicitado porKarma_yellow "Dos corazones buscando consuelo se atraen el uno al otro"
Shippeo: HinaSaku Anime: Naruto/Boruto
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Autora POV
No era algo usual ver a la primogénita de los Hyuuga vagando en un lugar tan vulgar y común como un bar. Siendo la esposa del séptimo Hokage, y siendo la madre de dos hermosos niños, simplemente no era la clase de escena donde se esperaría ver a la dama de ojos perlados, mucho menos estando sola.
¿Por qué estaba allí? Era alto que ninguna de las personas presentes en el bar se atrevía a acercarse y preguntar, o al menos la gran mayoría de los presentes.
— ¿Hinata? —la mirada de la peliazul se levantó de su bebida al momento de escuchar aquella voz tan familiar.
— ¿Sakura-san...?
Frente a ella, una hermosa mujer de cabello rosado se encontraba de pie observándola con cierta sorpresa.
— Sabes que no tienes que agregar el "san" cada vez que hablamos. Somos amigas, ¿verdad? —dijo la pelirrosa cambiando su expresión por una amigable sonrisa antes de tomar asiento junto la Hyuuga.
Hinata se tomó unos segundos para apreciar la figura la figura de la ojijade mientras esta pedía una bebida. En los últimos años, Sakura se había convertido en una mujer realmente hermosa que parecía estar viviendo sus mejores años. Pero incluso a pesar de su radiante apariencia, la peliazul podía vislumbrar rastros de cansancio en el rostro de la contraria.
Era de esperarse tratándose de la médica en jefe de Konoha. El trabajo debía lloverle de todos lados dejándola sin descanso.
— Entonces... —habló la ojijade luego de haber encargado su bebida, volteándose hacia su amiga. Hinata enderezó su postura y se aclaró la garganta, esperando que ella no hubiese notado que había estado mirándola más de la cuenta. — ¿Qué es de tu vida? No he tenido la oportunidad de hablar mucho contigo más allá de las reuniones semanales a las que Ino nos arrastra siempre. —dijo dejando escapar una pequeña risa ante sus últimas palabras.
— No hay mucho que contar realmente. No tengo una vida muy interesante en comparación a la tuya. —dijo la peliazul encogiéndose de hombros. — Mis días se limitan a cuidar de Boruto y Himawari, asegurarme que Naruto coma adecuadamente, visitar la tumba de Neji... Soy básicamente una ama de casa. —murmuró con una expresión melancólica posando su mirada nuevamente en su bebida.
