【 ᴏɴᴇ-ꜱʜᴏᴛ ʙᴏᴏᴋ 】
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"Vivimos en infinitas realidades, las posibilidades son múltiples.
En la sincronicidad de la infinitas dimensiones del multiverso, la muerte no existe"
Un libro especial dedic...
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ᴇꜱᴘᴇᴄɪᴀʟ 1ᴋ ꜱᴇɢᴜɪᴅᴏʀᴇꜱ
One-shot solicitado por JenniferJuarez899 "Para un alma cobarde como la mía, al verla a ella sentí por primera vez la necesidad de ser valiente... para proteger, para atesorar..."
Shippeo: ZenitSaku Anime: Kimetsu no Yaiba
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Autora POV
Zenitsu odiaba los días en los que le tocaba ir de misión por su cuenta, realmente lo hacía. No era que realmente disfrutase de la compañía de Inosuke, incluso en algunos momentos Tanjiro le resultaba estúpidamente molesto, sin embargo, trabajar con ellos le aseguraba que por lo menos tendría a alguien cubriendo su espalda... Muchos lo catalogaban como un hombre cobarde al buscar que otros lo protejan en lugar de luchar él mismo, pero a él le gustaba pensar que solo tenía un sentido de autopreservación muy alto.
En cualquier caso, sin duda era mejor hacer misiones grupales... ¿Y si llegaba a morir estando solo? Nadie se enteraría, su cadáver quedaría olvidado en estado de putrefacción y no tendría un entierro digno. No tenía una familia que llorara por él, tampoco tenía una esposa... Lo mínimo que se merecía era ser llorado y recordado como parte de una organización mata demonios.
De todas formas, se las había arreglado para sobrevivir estando por su cuenta, por supuesto que no había estado consciente durante la mayor parte de la batalla. El amanecer comenzaba a cernirse sobre él y con pasos pesados debido a sus extremidades entumecidas intentaba hacer su camino de regreso a la finca mariposa. Todo lo que quería era descansar, que sus heridas fuesen tratadas, y tal vez pasar algo de tiempo con Aoi y las demás chicas —especialmente Nezuko, si es que milagrosamente resultaba que Tanjiro se encontraba en la residencia médica—.
Sin embargo, su camino se vio interrumpido cuando su agudo oído captó un sonido que lo hizo detenerse. Era el sonido de un demonio, de eso estaba seguro, se escuchaba bastante distinto a los humanos, pero era... extraño. No era macabro como el sonido que emitían la mayoría de los demonios, mucho menos aterrador como el de las Lunas Demoníacas. De alguna forma se parecía a Nezuko, pero al mismo tiempo era distinto.
La parte de su conciencia que habitualmente controlaba su cerebro le decía que corriese. Si se trataba de un demonio, no quería arriesgarse a tener que pasar por otro combate en el que podría o no morir. Pero la otra parte de él se sentía curioso, intrigado, por aquel singular sonido que casi parecía hechizarlo.
