Sub Zero x Frost. Part 1

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Suspiró, intentando reunir el coraje suficiente para poder subir las escaleras que llevaban a los pisos superiores de ese cutre edificio en la ciudad de Venice, donde creía que podría encontrar a su antigua estudiante, Frost.

¿Cómo podía permitir que esos sentimientos le atrajeran a ella y a todos los problemas que le causaba esa mujer cada vez que aparecía de nuevo en su vida? ¿Cómo podía de nuevo querer unirse a ella pese a todo? Por mucho que quisiera alejarse parecía que sus caminos, de una forma u otra volvían a cruzarse.

Habían pasado años desde su llegada al clan y Kuai Liang solo tenía un leve conocimiento sobre el pasado de Frost, sobre los problemas que tuvo que afrontar en épocas problemáticas que le tocó vivir. Raiden tampoco pudo decirle mucho sobre aquella mujer, a pesar de que fue quién la trajo a él. Y la propia Frost evitaba hablar de su pasado, siempre diciéndole muy poco, si es que nada.

Se molestaba en entenderla aunque ella no lo hiciera con él, pero había asumido a la fuerza aquello y le tocó aceptarlo.

Él, en su ingenuidad, llegó a estar convencido de que con una correcta orientación y con un entrenamiento riguroso, ella lograría dejar atrás a sus demonios, que podría matar a su yo del pasado y dar paso al nacimiento de un "yo"nuevo, uno digno de ser considerado la próxima gran maestra del clan. Un poco de orientación adecuada y podría convertirse en alguien nuevo, alguien alejado de los problemas que siempre dominaban su frágil psique y la torturaban en una agonía sofocante. Pero Frost simplemente no quería aquello, no iba a luchar por ese deseo tan bello que quería hacer realidad para ella.

Empezó a subir las escaleras de ese estrecho y oscuro pasillo, hacia los pisos superiores. Al ascender notó que sus emociones se entrelazaban creándole una cierta inquietud. Al llegar arriba, intentó serenarse un poco, cada paso que daba avanzando hacia la puerta dónde creía que era donde se alojaba hacía que sus emociones se volvieran más intensas. Cada vez más, cada vez más... Era dolorosa esa batalla en su mente.

Sabía que había vuelto al club de peleas, a hacerse un nombre en aquel antro de sangre. A escuchar los aplausos y gritos de hombres que querían verla destrozar a sus rivales, que querían satisfacer ese morbo enfermo. ¿Qué demonios hacía él aquí? ¿Qué pretendía al querer hablar con ella? ¿Por qué simplemente no se alejaba? Tuvo la fuerte y urgente tentación de irse por siempre cuando quedó frente a su puerta, y de jamás volver a buscarla.

Esta historia que para Sub Zero muchas veces consideraba que quizás nunca debió empezar, sabía y no se culpaba por ello que tan dentro de la espiral donde se encontraba marcharse no sería una debilidad sino quizás la opción más sensata.

Frost era todo lo opuesto de lo que él era, de lo que él quería, de lo que estaba buscando para el nuevo y reformado Lin Kuei. Y sin embargo, jamás parecía poder sacársela de su cabeza. Ella era de las últimas criomancers, justo cuando estaba convencido de que Bi-Han y él eran los únicos que quedaban en la Tierra.

No podía  simplemente permitirse perderla, no podía tomar la decisión de abandonarla a su suerte, no cuando ella era todo para él. La amaba profundamente, como alumna, como aliada, como mujer. Aunque jamás lo reconocería ante nadie, ni siquiera ante él mismo. Por desgracia, sabía que tenía que construir un futuro sin dejarse hipnotizar por los infiernos azules que le hacían evadirse de una realidad que le hacía daño... Él había perdido todo y cuando la conoció, cuando llegó a su vida, algo cambió para siempre y la oscuridad que le invadía fue sustituida por la sensación de que su existencia no tendría por qué ser tan miserable.

Él era muy duro y estricto con ella, más que con el resto de estudiantes. Era una estudiante formidable pero prácticamente indomable. Ni siquiera las fuertes y duras sesiones de entrenamiento lograron doblegar su carácter agresivo, audaz y arrogante.

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