Bi-Han X Sareena. Part 1

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"Eres un guerrero extraordinario, necesito a alguien que no falle"

Aquellas palabras pasaban por la mente de Bi-Han en un bucle constante y era precisamente la respuesta que había obtenido a su pregunta:

"¿Por qué yo especialmente"?

El criomante estaba de pie con los brazos cruzados, escuchando la extraña propuesta del hechicero del mundo exterior que quería contratar sus servicios a favor de pelear para Shao Kahn. Los brillantes ojos negros tenían un atractivo poco sincero para él, mientras que su sonrisa retorcida le hacía mantenerse alerta en todo momento.
El Gran Maestro miró con orgullo a Bi-Han, su guerrero más fuerte y astuto, antes dirigir su mirada de nuevo hacia Shang tsung

-Estoy seguro de que Sub Zero ejecutará esta misión de forma exitosa, él es el orgullo del Lin Kuei - prosiguió una vez que se levantó de su trono, arrastrando su túnica carmesí hasta quedar en medio de ambos hombres - Sektor y Cyrax le acompañarán para asegurar la misión.

-Que así sea - respondió el hechicero ante la mirada distante y desconfiada que le dedicó el criomancer. Este se sentía realmente incómodo ante la presencia de Shang tsung, el aura que le envolvía parecía ser repugnante y oscura, muy parecida a la que percibió con ese bastado de Quan Chi en el Netherrealm, y tuvo que reconocer que fue un alivio ver como aquel hombre, extrañamente humano, se alejaba para irse de la sala del Gran Maestro. No confiaba en nadie, era algo que había aprendido desde niño, pero con el brujo ese sentimiento iba más allá de una simple desconfianza...

Apartó esos pensamientos de inmediato, no le importaba en absoluto su insignificante torneo, él no conocía la derrota y era invencible en combate, no merecía perder su tiempo en pensar en esa futura misión exitosa ni en ese hechicero muerto...No cuando Sareena le esperaba.

Reprimió una sonrisa al pensar en ella.

Cuando huyeron juntos del infierno la ayudó a alojarse en una pequeña aldea cerca del templo de los Lin Kueis, de esta forma, si bien no podía permitirse verla todos los días por razones obvias, si podía visitarla muy a menudo. Ser el estudiante estrella del clan tenía ciertas ventajas y una de ellas es que no tenía tantas restricciones como el resto de miembros.

Hizo una pequeña reverencia hacia su Gran Maestro y abandonó la sala con la excusa de retirarse a descansar para el torneo de Outworld. Seguramente no tendría muchos días para despedirse de Sareena y quería aprovechar cada instante con ella por breve que fuese.

Caminó por los pasillos del templo en dirección a la salida, el gran patio exterior casi siempre rebosaba de actividad de los otros estudiantes, era la tarde y a estas horas se encontrarían en un entrenamiento de armas. Sería fácil para él pasar desapercibido. De pronto Bi-Han percibió a su derecha una mirada recelosa. Echó un vistazo de reojo, sin girar la cabeza, y vio a Sektor hablando con otros dos lin kueis mientras susurraba algo sin dejar de mirar al criomancer. Por su forma de actuar, el hombre intuyó que Sektor no estaba precisamente halagándole. Quiso ir a plantarle cara, pero lo dejó pasar por esta vez.

"Siempre la misma mirada. Patético"

Bi-Han estaba harto del hijo del Gran Maestro. Su habilidad en el combate y su estatus como guerrero destacado eran dos de los motivos de envidia para los demás miembros del Lin Kuei, sobretodo para Sektor, quién no perdía el tiempo en llevar la contraria en todo lo que proponía o decía Bi-Han.

Se alejó del hombre de ropajes rojos procurando ignorarle. El criomancer nunca se había sentido integrado plenamente en ningún entorno debido a cómo le percibían los demás, mientras que su hermano menor Kuai Liang si logró establecer un vínculo de amistad muy fuerte con Tomás "Smoke" y Sektor y Cyrax parecían realmente unidos Bi-Han sólo se había sentido comprendido y libre de ser él mismo cuando estaba a solas con Sareena.

Quizás ella era la única persona que en verdad había logrado romper esa barrera de desconfianza y hostilidad, incluso sin que él se diese cuenta.

La mujer era un demonio del Netherrealm y sin embargo, le pareció el alma más pura y bondadosa con la que se había cruzado.

Tan dulce, tan cálida...

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando escuchó la voz de su hermano pequeño

-Bi-Han - Tundra captó su atención mientras caminaba rápidamente en su dirección, quedando frente a él - ¿A dónde vas? ¿No haces el entrenamiento? Llevas días faltando...

-Ni que lo necesitase - contestó con arrogancia - Voy fuera del templo, necesito meditar un poco - dijo sin darle mayor importancia, dispuesto a seguir con su camino.

Kuai Liang resopló para posteriormente mirar a su hermano de nuevo.

-Me han llegado noticias sobre un torneo que se celebra en el mundo exterior y sé que irás...

Bi-Han le miró con seriedad

-No deberías meterte en asuntos que no te incumben, Tundra - respondió el mayor con algo de apatía - O puedes acabar mal

-¿Matarás a Quan Chi? - la pregunta tan directa dejó a Bi-Han algo sorprendido, no obstante, asintió con la cabeza con seguridad -¿Le matarás? Tu misión no debe sobrepasar las órdenes del Gran Maestro - contestó Kuai Liang - ¿Tiene que ver con esa mujer, no es así?

-Ese cerdo chantajeaba a Sareena para abusar de ella - respondió con rabia Bi-Han - No merece otra cosa que una muerte dolorosa.

Kuai Liang iba a responder algo pero tuvo que reprimirlo al ver como Sektor se dirigía hacia ellos.

-Tundra, vuelve a tu entrenamiento. Tengo que hablar con Sub Zero - dijo el hombre con una mirada que el criomancer percibió como desafiante.

-Pero... - empezó a discutir

-Es una orden - recalcó el hijo del Gran Maestro. A Kuai Liang no le quedó otra que obedecer. Llevar la contraria a un superior no era una buena idea.

-Seguiremos la conversación luego, Tundra - le respondió Bi-Han, algo que alivió un poco a su hermano menor.

El criomancer suspiró, ligeramente irritado. Lo último que quería en ese momento era una discusión con ese idiota arrogante de Sektor.

Mortal kombat one-shot Lemon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora