Viernes

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Pasaban los días y el trato entre ellos ya no era tan distante, por las mañanas ella solía saludarlo y el sólo la miraba, aveces ella se sentaba con él y sus amigos en el almuerzo e intercambiaban algunas palabras cuando se topaban. La castaña consiguió el número de teléfono del rubio a través de su amiga de piel rosa, le costó armarse de valor, pero finalmente se atrevió a enviarle mensajes de buenas noches, y aunque nunca tenían respuesta, el poder hacerlo la hacía sentir cercana a él.

Había pasado una semana desde su noche de película, Ochako recordaba lo agradable del momento más de una vez al día y sonreía con nostalgia, imaginando que algo parecido no volvería a suceder.

Esa noche, durante la cena él no le había hablado y tan pronto como terminó de comer se retiró del lugar, ella lo imitó y se fue a su habitación, dispuesta a dormir, pues no tenía planes.

Esto cambió cuando su teléfono vibró, llamando su atención. Nada la preparó para lo que seguía.

1 mensaje de Bakugou-kun: 

"toma tus supresores y ven a mi habitación ahora."

Abrió los ojos de la impresión, que se supone que ocurría?
Se peinó un poco y se dirigió a la habitación del rubio, tocó la puerta un par de veces y escuchó los pasos acercarse.

-hola! vi tu mensaje Bakugou-kun, necesitas algo?-ella lo miró curiosa

-cállate y entra

-eh? claro...

Lo que pudo ver al entrar fue una tenue luz producida por la pantalla de la computadora, una manta en el suelo de color azul, dos tazas y un bowl con palomitas.

-qu-qué es esto?

-es viernes tonta, veremos una película.

Lo dijo como si fuese obvio, como si se tratara de una tradición de hace mucho tiempo, la castaña emocionada y algo extrañada se sentó en la manta, no podía creer que esto estuviera pasando!

-qué veremos?

-Iron man

Se sentaron a ver la película, el chico parecía realmente intrigado, así que se sintió libre de mirarlo detenidamente mientras estaba distraído. Tomó la taza, al acercarla a su nariz percibió un aroma delicioso, lo probó y se maravilló.

-está delicioso! qué es?

-té de naranja y chocolate, pensé que te gustaría-dijo sin apartar la vista de la pantalla

La castaña se sonrojó, el compró algo especialmente para ella! El té y su corazón se sentían tan cálidos que no pudo evitar sonreír.

.

.

.

Luego de esa noche, todo siguió igual, el no la había buscado ni respondido sus mensajes, las veces que se encontraron en los pasillos o el salón intercambiaron unas pocas palabras, pero nada más.

Uraraka estaba pensativa, era viernes otra vez, sería noche de película nuevamente? Si él preparó la anterior, esta vez le tocaba a ella? o debía esperar a que él la contactara nuevamente?

Cielos, no sabía que hacer.

Después de mucho pensarlo, decidió ir a la tienda más cercana, compró dulces de regaliz para ella y papas fritas picantes para el rubio, ya que había notado el gusto del chico por lo picante.

Al volver escondió todo en su mochila, la dejó en su habitación y bajó a cenar cuando sus amigas fueron por ella. Nuevamente durante la cena él no le habló, ni la miró.

Kacchako OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora