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Si alguna vez te la encontrabas por la universidad y le ponías la suficiente atención, te darías cuenta de que pareciera que siempre miraba más allá de las personas, como si en algún punto del horizonte hubiera algo que le llamara mucho la atención y no quisiese despegar su mirada de allí.

Además de su mochila, iba con una bolsa de lino colgada del hombro, la que en algunas ocasiones tenía pinta de que pesaba y siempre, siempre, la tomaba con mucha fuerza. Podía dejar atrás cualquier cosa, menos su bolsa de lino.

Para sus amigos y compañeros era habitual verla por ahí, con la mirada perdida, unas tenues sombras violetas bajo los ojos, sobre todo cuando pasaba noches enteras terminando sus trabajos, y las manos manchadas de pintura o carboncillo. No había cosa que amara más que pintar, le encantaba perderse entre sus lienzos llenos de color y cada vez que terminaba un cuadro, anhelaba sustituirlo por un lienzo en blanco para comenzar de nuevo.

En la facultad de artes era conocida porque en cada exposición sus obras resaltaban entre las demás. No porque fueran extraordinarias y dejaran embelesado a todo aquel que se diera el tiempo de admirarlas, aunque sus amigos le aseguraban que tenía un talento nato, ella sabía y en el fondo todos los demás también de que sus pinturas daban de qué hablar por otro motivo. Su nombre era conocido solo por sus profesores, amigos cercanos y algún que otro compañero de clase, los demás hablaban de ella por su pseudónimo utilizado al firmar sus creaciones o por ser la chica que "no iba con la corriente" o la que "no estaba en sintonía".

Había muchas cosas que le afectaban.

El amor de sus padres, la amistad, el brillo del sol que hacía de sus dibujos más vivos, la luz de la luna que los volvía más sombríos, el olor de la comida luego de largas horas de trabajo, la brisa que le hacía llegar el aroma de las flores, el cantar de las aves, la música...

Pero nunca le afectó la opinión negativa hacia su arte, en especial de aquellos que no lo entendían, que lo llamaban simple, escuálido o sin alma.

No sabían que ella dejaba en cada una de sus piezas un trozo de aquello que decían carecían sus obras, un dejo de su alma con cada pincelada, impregnados de su esencia estaban cada uno de los trazos sobre el papel, hechos con carboncillo.

Aunque no lo suficiente.

Estaba guardando, reteniendo, atesorando lo más que podía para su obra maestra, la que sabía tomaría su lugar en un futuro incierto.

Un futuro que no tardaría mucho en llegar.



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Bienvenidx a esta nueva historia (entre muchas) de nuestro querido Heichou.

Me tomé la libertad de tomar a los personajes de SNK y lazarlos a la época moderna, a todo este caos llamado "vida de estudiante universitario".

Claramente el personaje principal aquí son ustedes, evitaré poner características físicas para que, como es la finalidad de este tipo de fanfics, pongan las suyas, aunque si en algún momento se me sale algo no me maten por favor xd espero que no sea el caso uwu

En multimedia iré poniendo, no en todos los capítulos, imágenes que he sacado de pinterest, de arte que se asemejen a lo que nuestra protagonsita, o sea ustedes, hace.

Espero que les guste esta historia, una de las razones principales por la que comencé a escribirla es porque descubrí que no hay muchas con AU universitario o moderno y me interesaba leer algo así, así que lo escribí xd

De seguro esta será mi nota de autor más larga xd

Disfruten la lectura, estoy abierto a sugerencias y a leer todo tipo de opinión.

Intentaré traer el primer capítulo lo más pronto posible.

Mucho amor,

Baibai.

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°Symphony° |Levi Ackerman|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora