Capítulo 23 ━━━ SABOR A MÍ

10.6K 1.1K 468
                                    

Capítulo 23.

Contiene faltas ortográficas, escena sexual.

Contiene faltas ortográficas, escena sexual

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.







"Hazlo." Lo enfrentas y él se lleva una mano a la frente.

"Carajo." Susurra mirando a donde el guardia que ahora estaba respirando aire fresco afuera. Se muerde el labio inferior regresándose a ti. "No es fácil emborracharme." Lo tomas de la corbata, acercándolo a ti. Podías oler el whiskey emanando de su aliento, no era malo, era adictivo.

"¿Y qué te hizo ponerte así?"

"Tú." Abres los ojos. "Tus ojos, tu boca, tu cuerpo, tu trasero, tus..." Suspira analizándote de arriba a abajo. "Eres tan perfecta. ¿Por qué sales conmigo?" Nanami roza tus labios con los suyos. "Quiero follarte aquí mismo."

Abres la boca un poco para que su lengua entrase, pero el guardia les grita.

"¿Todo bien, señorita (T/N)?" Lo miras por encima del hombro de Nanami y asientes.

"¡Sí, no se preocupe!" Ríes nerviosa. El guardia no muy convencido se sienta frente al escritorio, dándoles la espalda pero cada cinco segundos, los volteaba a ver por si algo infortunado pasase. "Vamos a mi departamento." Lo tomas de la mano y te adentras con él al elevador. Tecleas el número de tu piso y el elevador comienza a moverse algo lento.

"Pensé que nunca lo dirías." Nanami sonríe y sus ojos de amor se volvieron más brillosos, sus mejillas eran de un rojo carmesí. Soltaste una risita al verlo en ese estado. "¿De qué ríes?" Pregunta preocupado. "Oh no. Mañana no recordaré esto." Coloca una mano en su frente preocupado ahora. "Tampoco traigo preservativos. ¿Quieres hacerlo? Si no quieres, no te obligaré, yo no soy así, pero si quieres, pues iré a la farmacia y ahí los compro porque sé que después de escuchar lo que te dije, a lo mejor ya no quieres estar conmigo, tal vez te di lástima, pero yo te quiero en serio, y te necesito, o sea, conmigo, no como mi asistente, pero también te necesito en la oficina porque le das ese toque lindo a todo y..."

"¡Nanami, cállate!" Le dices poniendo una mano tuya en su boca y él deja de hablar de repente. Sonríes y él te mira apenado. Remueves la mano despacio y él la toma para darle un beso. La ternura invadió tu cuerpo cuando empezó a decir incoherencias. Jamás pensaste que él llegase a hablar preocupado por algo, mucho menos por alguien. "Ya es tarde. Dormiremos y en la mañana te prepararé algo delicioso para desayunar. ¿Sí?" Preguntas mirándolo con detenimiento y acomodando su cabello. Estabas de puntitas y ni así alcanzabas.

Nanami se agachó un poco y conforme acomodabas su cabello, sentiste que se balanceó despacio contra ti, hasta que su rostro quedó encima de tus pechos como una almohada. Ríes bajito, al parecer se había quedado dormido de pie. Estaba demasiado encorvado por tu estatura, le das un beso en la cabeza y el sonido de las puertas abriéndose lo despertó.

𝐋𝐄𝐀𝐕𝐄 𝐓𝐇𝐄 𝐃𝐎𝐎𝐑 𝐎𝐏𝐄𝐍 k. nanamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora