Capitulo 1

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Espere en la parada de autobús asta que llegase el que me llevaría al mercado para poder vender mis flores.
Espere y Espere casi 1 hora asta que por fin llego ese maldito autobús.

- ¿Hola Eli, ya vas para el puesto? - me pregunto la conductora que me conocía de hace años.

- Si Claudia, hoy toca un día agotador -.Suspire

Me senté en la parte trasera del autobús y reconté un ramo de violetas y claveles blancos que llevaba en el brazo.
Empecé a recordar el caos que cause anoche.
Ayer en uno de mis robos cause demasiado jaleo y saltaron las alarmas

- Eli, thsss Eli - Joan me chisto susurrando muy despacio.

- Dime Joan - susurre.

Las 2 estábamos colgadas del techo por una fina cuerda, vestíamos de negro con unas Converse a juego, el gorro que nos cubría la cara era lo demasiado tapado como para que no nos reconocieran.
Queríamos coger un anillo de los mas  valiosos (era de oro blanco con esmeraldas rosa) que había dentro de una vitrina.
Solté mi cuerda y me acerque despacio por la pared con unas ventosas, al llegar, abrí la vitrina con el laxer haciendo un circulo y cuidadamente con una de mis ventosas quite el cristal.

- Oh, no - el cristal callo al suelo y saltaron las alarmas.

- ¿Que querías decirme Joan?. pregunte.

- L-la p-policía - señalo la ventana abierta y miro sorprendida -.

Salimos corriendo por la puerta de atrás de la joyería asta llegar a nuestras motos, que por supuesto eran robadas.
En la vida diaria nadie sospechaba de nosotras, solo lo sabia mi querida tía Livina.

Cuando llegue al mercado todos vendían diferentes cosas en sus puestos.
Todos me conocían y todos me saludaba.
- Hola pequeña Elizabeth, ¿ya estas otro día mas por aquí? - pregunto Sam.

Sam era uno de los mas antiguos el fue unos de los primeros en montar este mercado,el vendía cosas de segunda mano que compraba ala gente rotas para el arreglarlas con sus manos.

Apesar de sus años era todo un manitas.

- Si Sam, hoy me toca un par de encargos ¡Hay mucha faena!.- exclame riendo

Arregle mi puesto y coloque todas las flores, se ganaba poco dinero pero porlomenos tenia una tapadera donde poder refugiar mis actos criminales.

Despues de un dia agotador y cojer el ultimo autobus asta casa llegue cansada. Abri la puerta y deje la lista de pedidos encima de la mesa.

-Tia, ¿que hay para cenar?. Mire en el frigorifico.

- Eli, hay ensalada de patata encima de la mesa de la cocina -. Ella estaba sentada en su sillon favorito tejiendo una bufanda para el proximo invierno, aparto el mecho de pelo que le dificultaba la vista y siguio.

Desde que murieron mis padres en un accidente de trafico ella me cuidaba y me trataba como a su hija, ademas yo tenia cierto parecido a ella.
Livi no podia tener hijos y tio Frack la dejo, en ese mismo año murieron mis padres y fui una gran bendicion para ella, se podria decir que le devolvi un pezado de vida.

Fui al salon con el plato de ensalada y me sente a comer mientras que veia un poco la television.

- Eli, ¿esta noche volveras a salir? - Agacho un poco la cabeza y me miro por encima de su pequeñas gafas dejando a entre ver sus ojos color chocolate.

- Si, tia -. Vi como su mirada se clavaba en la mia haciendo un gesto de disgusto.

- Elizabeth Normana, cuantas veces tengo que repetirte que dejes ese mundo - Me lanzo una mirada fulminante que casi me atravesaba.

- Lo se tia, pero necesitamos comer y pagar las facturas, tener una vida normal - Dije excusandome para que ella lo entendiera.

- Sabes que yo trabajo, y aunque sea poco dinero puedo mantener la casa y tu tienes el puesto de floristera ¿Que mas quieres? - Acerco su mano y me cogio de la mia - Cariño, no necesito que seas una delincuente para que vivamos bien - Apreto sus finos labios y entre cerro los ojos en señal de disgusto.

- Lo se, pero quiero ayudarte con las facturas de la quimioterapia - le cogi de la mano y agache mi cabeza mientras que mis lagrimas empezaban a brotar. - No puedo dejar que mueras eres lo unico que me queda en este mundo y te necesito a mi lado -.
Levato de su sillon, me dio su mano para que levantara tambien, se quito sus gafas y me miro a los ojos.

- Eres preciosa, Eli, algun dia encontraras a tu principe azul que siempre estara contigo y ya no me necesitaras para nada - Me quito las lagrimas con sus dedos y me dio un fuerte abrazo, senti como su debil cuerpo se presionaba con el mio, su calor inundo mi cuerpo, hizo que me sintiera fuerte.
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Este es el primer capitulo de mi nueva novela.
Espero que comenteis y que deis vuestros votos please;)
BESOS;)

BlanquiCienta: Ladrona de cuentosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora