Contrato matrimonial

Capitulo # 9 La verdadera identidad de Hermione.

Disclaimer : Todos los personajes son de J. K ROWLING, nada me pertenece, solo las ideas

Al siguiente día Hermione despertó muy temprano, tenía un terrible dolor de cabeza, no había podido dormir, no después de la conversación que había escuchado entre Snape y Malfoy.

No se explicaba por qué le habían dolido sus palabras, ¿acaso estaba enamorándose de Snape?, eran terrenos desconocidos para ella, era una locura y esto podría ser un desastre de tamaño monumental, se revolvió en la cama y vio como el lado de Severus estaba tendido, el no había dormido ahí, sin embargo, en su lugar había un pedazo de pergamino con una gruesa caligrafía

Paso por ti a las ocho de la noche, espero estés lista.

Severus Snape

Hermione releyó la nota tratando de darle algún significado extra, pero después de la décima vez se resignó a que no tenía ninguna otra connotación, por un momento se sintió decepcionada y triste.

"Bueno, ahora sí que estas mal Hermione, es un matrimonio por conveniencia y nada más, que pensabas que era una nota de disculpa" pensó la chica, sin ganas de hacer nada más se recostó de levantándose de la cama y metiéndose al baño para darse una ducha.

Una hora después Hermione se encontraba recién bañada y arreglada en la soledad de aquella fría habitación, no sabía si quedarse ahí a esperar que Snape diera señales de vida o salir a pasear un rato, ese día había visita a Hogsmeade, pero no le apeteció ir, no quería ser la comidilla de los alumnos, resopló molesta, odiaba no poder hacer su vida normal por culpa de una estúpida ley aun así decidió ir a la biblioteca al menos en ese lugar siempre la pasaba bien y con algo de suerte estaría vacía.

Para fortuna suya la biblioteca estaba desierta lo que le permitió a Hermione pasar largas horas leyendo.

-Ahí estas niña perdida! - exclamó Harry desde el final de unos pasillos -no bajaste a comer- Harry caminó hacia ella y se sentó a su lado

- ¿tan tarde es? -

-Hermione, son las tres de la tarde, ¿Cómo es que no te has dado cuenta de la hora?, ¿tan interesante esta la lectura? - preguntó revisando los libros que estaban sobre la gran mesa de roble todos eran ejemplares viejos acerca de legeremancia

-no tengo hambre- se justificó Hermione levantándose y poniendo los libros de nuevo en los estantes

-Ginny también te está buscando, vaya Herms ayer no te vimos en todo el día y ahora te desapareces, ¿hay algo mal? -

-Bueno, es una larga historia-

-Tengo tiempo- respondió el chico- te parece si buscamos a Ginny y vamos a dar un paseo- sugirió.

Ambos salieron de la biblioteca en búsqueda de Ginny, tardaron otra media hora en dar con la menor de los Weasley, cuando la encontraron estaba saliendo de la torre de astronomía.

- ¡con que ahí estas! Sabes pensábamos que Snape te había succionado la sangre o peor, que te había entregado a ya sabes quién para que te sacrificaran en un ritual - exclamo Ginny feliz de ver a su amiga, Harry soltó una risita al escucharla, pero a Hermione no le hizo nada de gracia el comentario.

- ¿dije algo malo? -

-creo mi querida Ginny, que tu predicción se cumplirá muy pronto-

- ¿por? – cuestionó la pelirroja extrañada por el comentario de su amiga, Hermione se quedo callada, no estaba segura si comentarles de la reunión de esa noche