🍃Capitulo 38🦧

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— Jimin, por favor, hazme caso, no te adelantes — Murmuró YoonGi frunciendo el ceño.

Ya estaban casi llegando a la Aldea de la Zona B, dónde "supuestamente" estarían las serpientes que Jimin busca.

Y uno de los errores más grandes que YoonGi cometió, fue decirle al menor que ya estaban fuera de pelinegro. Ya no había trampas, ni animales venenosos al alcance. Fue un gran error porque el menor no paraba de dar vueltas jugueteando con el Alfa.

El mayor recordó que cerca de la Aldea había un pantano pegajoso junto donde las serpientes atacaban a sus presas, lo había olvidado, incluso donde se encontraba exactamente. Tenía que tener cuidado pero Jimin no le creía, el omega pensaba que era una excusa para tenerlo a su lado.

— Alfa... — El omega se quedó parado a unos cuatro metros del pelinegro. Su rostro había cambiado rápidamente de una sonrisa a un rostro serio.

YoonGi frunció el ceño no entendiendo que pasaba. El semblante de Jimin había cambiado muy rápido y parecía no estar jugando, aunque posiblemente sea otra de sus bromas.

— ¿Qué?

— No me puedo mover... — Murmuró asustado

— Jimin, no juegues con eso. Ya, ven conmigo — Lo miró fijamente

— Alfa — El omega mantuvo mirada con el

— Jimin, no juegues así

— YoonGi — Habló.

Y solo entonces el Alfa se dio cuenta que el pequeño no estaba jugando ni bromeando. Nunca me decía su nombre a menos que se tratara de cosas serias. Se maldijo mil veces por no haberlo detenido antes, lo intento, si, pero no fue suficiente.

El mayor miró todo su alrededor, si era lo que el pensaba, si realmente estaban en ese pantano donde la serpiente ataca a sus presas, no tardaba en aparecer.

— ¡Alfa! — Chilló el rubio asustado cuando en un torpe movimiento el se cayó y para no golpearse la cara, sus manos se pegaron al pantano.

— Joder, Jimin te dije que no ye alejarás de mi — Suspiró.

Tenía que calmarse, tenía que pensar, una idea debía llegar a su mente antes de que esa serpiente venenosa llegué e intente morder el menor.

Pero, no, nada venía a su mente. Estaba tan desesperado que no podía pensar en nada.

Se subió a uno de los árboles y arrancó una liana. Luego recordó que las manos del omega también estaban pegadas entonces no podría sujetarla, suspiró buscando con su mirada, necesitaba una rama, una rama...

Dónde.... donde había una jodida rama...

— Yoon... — Musito el omega con un tono de voz bajo y temblorosa

— Espérame Jimin, necesito una rama para sacarte de ahí — Respondió buscando dicho objeto con su mirada.

— Rápido por favor — Suplicó, sus ojos se enfocaban en una sola cosa, la gran y larga serpiente que se arrastraba lentamente hacia él. — ¡Yoon! — Gritó  cuando el reptil le mostró su larga lengua en modo provocativo.

Lo quería asustar y lo estaba logrando.

El Alfa alzó la cabeza con una sonrisa cuando había conseguido la rama indicada pero la curvatura en su rostro murió cuando vio algo que no quería.

La serpiente estaba acercándose a su presa

Y su presa era Jimin

Su omega

Actuó sin pensar.

Cuando vio que la gran serpiente de aproximadamente tres metros de largo abrió la boca con intención de morder el menor, su reptil interior tomó control absoluto de él. Si, la había dejado salir.

Una gigante serpiente de casi seis metros de largo se arrastro por el lugar hasta llegar con el reptil de menor tamaño. Así como Woozi y Yeji, los detalles de su animal eran de un color dorado con rojo. Sus ojos eran tan peculiarmente elegantes y ni hablar de su lengua, extremadamente larga.

Jimin lo miró fascinado, bien ya sabía que el Alfa era una serpiente, pero no sabía que así de hermosa y grande. 

La serpiente menor retrocedió ante su superior. Pues bien, mientras más venenosa sea la serpiente más poder tiene sobre las otras. Se arrastró entre los árboles hasta desaparecer por los arbustos.

YoonGi se desplazó con facilidad entre el tronco de un árbol hueco y enrollo dos metros de su cuerpo en el pecho del omega. Subió la madera llevándose con el a Jimin.

🍃🐍🍃 

— Jimin... y-yo — Murmuró el Alfa.

El omega no había mencionado ni una sola palabra sobre su transformación. Y eso le preocupaba de sobremanera al pelinegro, bien sabía que estaba buscando serpientes.

— No tienes que explicar nada — Lo miró — Gracias.... — Bajó la cabeza — Gracias por salvarme... — Susurró

— No tienes que agradecer eso — Tragó saliva — La.. la serpiente que buscas.... ¿Soy yo?

Selva | YM | OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora