Capítulo 1 What A Feeling

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El Grand Opera Hall presentaba a uno de los cantantes juveniles clásicos de mayor prestigio y renombre que hubiese tenido Paradis en al menos un lustro, el nombre de aquella estrella en ascenso era Levi Ackerman.

Él joven azabache tenía el corazón a mil y la causa no era precisamente su última interpretación de la noche ni que aquel fuera el último concierto de la temporada, su estado se debía a lo que vendría después de concluir el espectáculo, tomó un par de bocanadas de aire buscando relajarse y vivir al máximo esa experiencia, dar lo mejor de sí en la actuación como lo hacía en cada concierto, al final la música siempre fue su motor.

El director de orquesta inició con el primer movimiento a la par que los instrumentos lanzaban las primeras notas de Nessun Dorma.

Una vez finalizada la canción los vítores y aplausos no se hicieron esperar, las ovaciones de pie y los ojos vidriosos de los asistentes conmovidos con la magistral interpretación del joven cantante eran una constante en los presentes, él pelinegro estaba feliz, sin embargo su estado de alegría no lograba reflejarse en el rostro imperturbable del joven, este agradeció a su público con un par de reverencias mientras llevaba su mano derecha al corazón y la izquierda la colocaba detrás de su espalda.

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Minutos más tarde se encontró con su abuelo tras bastidores, era el momento de concluir su plan, antes de que el azabache pudiera hablar el mayor de los Ackerman rompió el silencio.

-Que mierda fue eso, no se le puede llamar interpretación-escupió con rencor el hombre mayor, -a partir de mañana retomaras las clases intensivas de canto.

-Tsk, no más yo me largo-respondió él pelinegro de manera inmediata.

-No puedes hacer eso enano idiota, me lo debes, gracias a mi haz llegado hasta donde estas-recriminó él mayor, quien además de su abuelo era su manager, -si no fuera por mi estarías muerto.

Él más bajo estaba acostumbrado a que su abuelo cada dos por tres le echara en cara todo lo que había hecho por él, lo hiciera sentir de lo peor por su origen bastardo como el viejo lo llamaba, él pelinegro jamás conoció a su padre se había quedadó huérfano siendo un mocoso, el mayor de los Ackerman lo había salvado de morir en la inmundicia de la Ciudad subterránea, pero el costo de aquello había sido demasiado grande, si bien en cuanto a lo material jamás le había faltado nada su crianza tan estricta y severa le había dejado secuelas.

-Lo sé, hay cosas que jamás podré pagarte pero por lo demás ya está saldada mi deuda contigo abuelo- respondió el cantante con un atisbo de tristeza reflejada en su mirada, --te he cedido todos mis bienes y los fondos bancarios de mi cuenta.

Pese a que el viejo había sido una completa mierda con él, era su única familia le dolía haber tomado esa decisión pero había llegado a su límite, habian sido años de abusos y no iba permitir ni uno más.

-No te vas a ir, bastardo malagradecido- espetó furioso el abuelo Ackerman, -tomaré acciones legales de ser necesario.

-Tsk, si lo haces no me quedaré de manos cruzadas, hay un par de cosas que le va a interesar a la policía y a los medios de comunicación -respondió él cantante sin temor alguno de las amenazas proferidas por el mayor, -adiós abuelo.
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-El enano ya se tardó mucho, ¿crees que todo este bien?-cuestionó Mike.

-Esperemos cinco minutos más, confío en que Levi lo resolverá por su cuenta-respondió Erwin con seguridad.

-Si soy sincero no quiero toparme con el viejo Ackerman, él tiene el poder suficiente para que nadie más quera trabajar conmigo-se quejó Zacharius.

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