Capítulo 2 New Sensation

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La voz de Hannes de inmediato puso en tensión a la castaña, su jefe apareció en el peor momento.

Zoe se reprendió mentalmente estaba tan enfrascada en la discusión con el enano que había olvidado a sus amigos perrunos, ahora sí la había embarrado totalmente, su jefe iba a matarla.

-Puedo explicarlo Hannes, tuve un pequeño accidente, pero no hay de que preocuparse, todo esta bien-respondió la joven con una sonrisa nerviosa.

-Jamás espere ese descuido de tu parte Hange, estoy decepcionado abandonar tu trabajo por estar noviando-regaño él rubio.

-¡Ehhh noviando!, ¿de dónde sacas eso?, ¿ya estás borracho tan temprano?-señaló la fémina molesta por las aseveraciones de su jefe.

Levi que hasta ese momento se mantenía como espectador, decidió intervenir, por lo que acababa de escuchar el rubio con aliento alcohólico era el jefe de la cuatro ojos con la que estaba discutiendo.

-Escuche, yo fui el afectado de esa jauría de pelos y su empleada cuatro ojos incompetente no quiere hacerse responsable-acuso él pelinegro con hastío, -quiero saber ¿quien se hará responsable por los daños?.

-Oye tú, no soy ninguna incompetente, no tienes por qué exagerar no te pasó nada-respondió exaltada la de lentes.

-Tsk, gafotas inútil no ves mi ropa esta estropeada-vocifero él más bajo totalmente furico.

Hannes decidió intervenir de inmediato los ánimos entre ambos jóvenes estaba escalando a niveles insospechados, pese a tener todavía resaca no pasó desapercibido para él que la ropa que él pelinegro usaba lucía costosa no quería tener problemas con él susodicho y su empleada no lo estaba ayudando en absoluto, él solo pensar en seguirlos escuchando pelear como niños le provocaba dolor de cabeza.

-Uff estas en problemas Zoe, yo resolveré ésto-dijo él rubio con una seriedad poco común en él, -ve con los peludos ahora hablaré contigo.
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El regreso al departamento que compartía con su amiga Nanaba fue doloroso y con un sentimiento de injusticia para la joven, el resultado de aquel embrollo había terminado de la peor manera para ella, se había quedado sin su paga del día ya que Hannes decidió entregar el dinero que le correspondía al enano amargado y peor aun ahora era una desempleada más en las estadísticas, su ex jefe tomó muy mal su pequeño error pero nada podía hacer para cambiar las cosas, aunque reconocía su irresponsabilidad le parecía excesivo el actuar del que hasta hacía minutos atrás era su jefe, no dejaba de culpar al idiota con él que se había topado.
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Departamento de Nanaba y Hange

Nanaba estaba terminando de preparar el desayuno cuando escuchó la puerta abrirse, por lo que rápidamente se asomó desde la cocina para decirle a su amiga que se lavara las manos esta obedeció, sin embargo la rubia notó algo inusual en el semblante de su amiga, Hange era totalmente transparente en muchas cosas, en especial en su estado de ánimo, no había que ser adivino para saber cuando estaba feliz, triste preocupada y en el caso en concreto el rostro abatido de su amiga lo decía todo.

-¿Han pero que pasó?-cuestionó preocupada la ojiazul.

-Hoy fue el peor día de mi vida-respondió con dramatismo y tristeza la castaña.

-El horóscopo no miente, te dije que hoy iba a suceder algo que le iba a dar un vuelco a tu vida-dijo con convicción la rubia, -cuéntamelo todo.

Hange rodó los ojos ya que como mujer de ciencia ella no creía en horóscopos ni astrología a diferencia de su amiga rubia pero no pensaba discutir con ella por centésima vez del tema, sabía de ante mano como terminaban esos debates así que optó por relatar su odisea matinal, mientras Hange tomaba asiento en la mesa la más alta acomodaba dos tazas de café una al lado de la otra para que ambas estuvieran cómodas mientras escuchaba con atención la historia de su amiga.

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