Capítulo 3 You Spind Me Round

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La palmada en la cabeza que recibió por parte de Mike lo obligó a salir de su estupefacción y regresar a la realidad acompañado de un sentimiento de furia y vergüenza que lo invadió por algunos segundos, le patearia el trasero a su amigo así se tratará de un maldito gigante.

—Tsk, estúpido Mike ¿porque mierda hiciste eso?—reclamó él más bajo.

—Lo siento hermano es que no reaccionaba, te hable varias veces.

—Que hijo de...

Las palabras de Levi fueron interrumpidas por Smith quien intervino a tiempo para calmar los ánimos, diciendo:

—Será mejor que vayamos a sentarnos, el lugar se está llenando.

Todos estuvieron de acuerdo con la idea del rubio, de pronto él cantante recordó a la linda castaña que lo impacto minutos atrás, se preguntaba si ella habría visto la bochornosa escena que le hizo pasar su amigo Zacharius.

Para suerte del pelinegro Hange no se percató de la palmada que él más alto le propinó al causante de todas sus desgracias en el día, ella  regreso con sus amigas a la barra del bar.

—Chicas, ¿no lo van a creer? pero ahí esta el idiota que me hizo perder mi empleo—dijo indignada Zoe señalando con la mirada a la mesa donde se encontraba él susodicho, —sean discretas es el pelinegro.

Cómo era de esperarse sus amigas no conocían  la discreción y dirigieron todas su mirada obvia a la mesa en donde se encontraban sentados el trío de amigos.

—Han no puedo creer que no nos dijeras que él tipo es un papucho que tiene un rostro tallado por los mismos ángeles—reclamó Petra indignada.

—No es mi tipo pero he de reconocer que es muy guapo—atinó a decir Nanaba.

—¿Y quien es tu tipo?—cuestionó de manera burlona Lynne, —ah si ya se el alto, rubio, fornido que además es tú fan.

—Yo no tengo ningún fan—espetó la rubia con las mejillas sonrojadas, —él solo busca lo que todos.

—No mientas Nan lleva meses intentando conseguir tu número e invitandote a salir no se ha rendido aunque lo haz rechazado en cada ocasión—respondió Ral, —además si no fueras tan orgullosa estarías feliz de que te diera amors, he visto como lo miras.

—Número uno que clase de amigas son recuerdan que ese tipo es el rey de imbecilandia y número dos me siento estafada porque nadie me contó antes del fan de Nana—señaló con dramatismo  la castaña.

—No tengo ningún fan y segundo Han deja de ser tan quejumbrosa y agradece que  ese idiota te hizo un favor dejaste o mejor dicho te botaron de ese horrible y mal pagado trabajo—reprendió la ojiazul, —es más deberías darle un trago de cortesía.

—¿A que hora piensan ponerse a trabajar?—vocifero Shadis, quien observaba molesto como sus estrellas no dejaban de parlotear con singular alegría, —¿Creen que los clientes se van a atender solos y que el dinero va a  llegar a mi bolsillo mágicamente?.

—Si señor—dijeron al unísono las mujeres mientras se distribuían en las mesas a excepción de Hange que corrió hacia el bar tender Onyankopon para pedir un trago especial, después de todo no era mala idea lo que le había sugerido Nana.

Con el trago en mano la fémina camino con cadencia hacia la mesa del pelinegro aún no se decidía si tirarle la bebida en su costosa camisa negra o en su lindo rostro, momento ¿acababa de decir internamente que el idiota tenía lindo rostro?, se dio una bofetada mental, no podía pensar así de ese sujeto era su enemigo, su nemesis, el causante de sus desgracias.

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