Tan solo dos semanas después de su visita a Magicland, Harry se encontraba realmente nervioso, por fin le diría sus sentimientos a Louis, con suerte no sería rechazado, y quizás al final del día, si todo salía bien, podría invitarlo a una cita.
Pero, pensándolo de nuevo, ¿Por qué Louis lo rechazaría? Vamos, no era para nada feo, es más, él se consideraba jodidamente hermoso, sí, algo egocéntrico, además, todas esas miradas y sonrisitas no podían significar simple amistad, estaba más que seguro que más de una vez coquetearon mutuamente, por ende, había una pequeña, realmente gran, posibilidad de que estuvieran en la misma página. Así que, con eso en mente, y una gran sonrisa, se dirigió a la tierra.
[...]
Al llegar a su destino sintió un agradable cosquilleo en su pecho al ver al pequeño ojiazul que ocupaba sus pensamientos allí, esperando por él.
—Hey Lou. —Dijo a modo de saludo.
El castaño de ojos azules sonrió, levantándose de la banca para abrazar al rizado y depositar un beso en su mejilla, un hábito que habían adquirido unas semanas atrás. —H, te demoraste demasiado, —Entonces hizo un puchero, haciendo que el príncipe se derritiera por dentro y sintiera unas inmensas ganas de besarlo. —ahora tendremos menos tiempo para estar juntos.
—Lo siento Lou-Lou, tenía que arreglar unas cosas con mis padres. —Y si, definitivamente estaban en la etapa de los apodos.
Después de hablar un poco sobre su semana, Harry decidió que era el momento, debía decirle ahora o no lo haría nunca.
—Lou, quiero decirte algo.
—Si claro, dime. —Respondió el mencionado con una sonrisa.
—Yo, —Toma aire. —me gustas, me gustas demasiado Louis. Realmente nunca sentí por nadie lo que siento por ti, desde que te vi por primera vez sentí una gran atracción por vos, por eso te hablé, porque quería descubrir todo de ti, quería mantenerte cerca, y cuando no pudimos vernos en esos dos meses fue realmente desesperante, tenía un gran vacío en mi pecho. —Hace una pausa, tomándose el tiempo suficiente para apreciar el hermoso rostro de su amante, sus ojos azules, algo brillosos por la presencia de lágrimas, sus largas pestañas, que acariciaban sus pómulos a cada parpadeo, sus mejillas, algo mojadas por un camino de saladas gotas, su pequeña nariz de botón, colorada por el silencioso llanto y sus labios, esos rosados labios que quería probar hace tiempo. —Entonces a veces parece que coqueteas conmigo, yo lo hago contigo, la mayor parte del tiempo, y no estoy seguro si llegaste a confundirlo con amabilidad en algún momento, no quiero que lo hagas en todo caso. Quiero que sepas que amo ver tus mejillas sonrojadas, eso es jodidamente tierno. También amo cuando ríes, es probablemente la sinfonía más hermosa que he escuchado en mi vida, y tu sonrisa, tu maldita sonrisa que me ha robado el sueño durante noches enteras, todo tú, Louis, me gustas todo tú. —Toma la mano del castaño, entrelazando sus dedos, para después dedicarle una sonrisa, de esas que al chico tanto le gustaban, las que dejaban a la vista sus hoyuelos porque "de esa manera puedo tocarlos", fue lo que el mismo dijo. —Así que después de decir todo esto, quería preguntarte si hay una probabilidad de que ¿Estemos en la misma página? —Ríe un poco, porque está realmente nervioso. —Y si no me odias demasiado después de esto quizás, ¿Podríamos tener una cita y conocernos mejor?
Todo quedo en silencio durante unos minutos, durante los cuales Harry considero levantarse y correr, pues la idea de ser rechazado era la única que estaba en su mente, entonces, finalmente, Louis hablo: —Oh, Hazzie, —Dice con una sonrisa, una tan gran que sus hermosos zafiros quedaron casi ocultos y las adorables arruguitas se formaron a los lados de estos. —Definitivamente estamos en la misma página, y si, coqueteo contigo a veces, pero es que eres tan lindo que ni siquiera lo pienso demasiado y las palabras ya están saliendo de mi boca, entonces absolutamente podemos tener una cita.
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⇾Dᴇsᴛɪɴᴇᴅ L.s⇽
Fanfiction"Cuenta la leyenda que todos tenemos un alma gemela, una mitad de la que hemos sido separados al nacer" Hace muchos siglos, Urano se había propuesto a demostrar que en verdad habían personas destinadas, que su amor podía con todo y contra todo, era...