Cuando faltaban exactamente 3 días para la boda, para la suerte de Harry, Christopher decidió cancelarla en un discurso que dio donde dijo que Harry era una perra y se había acostado con todos los príncipes y princesas de Magicland y terminó haciéndose la víctima diciendo que él realmente lo amaba e incluso le había pedido que cambiará, por eso no había cancelado antes su compromiso, con la ilusión de que su Harry cambiara, pero no podía casarse con un chico que prefería acostarse con todo el reino antes que estar en una relación estable.
Esto dejo al príncipe completamente devastado, se sentía usado, sucio, y se sintió peor al volver al castillo y ver la mirada de desprecio que le dio su padre, queriendo transmitirle cuan basura era por dejar escapar un príncipe como Christopher. Ahora pasaba los días en su habitación, no salía, no comía, no se bañaba, no hacía más que dormir y llorar, estaba pensando seriamente en terminar con su desagradable vida pues ya no encontraba sentido alguno para estar ahí, ya no quería ser rey, no quería nada más que morir.
Zayn y Niall, después de tres semanas intentando entrar a la habitación de Harry, decidieron contactar a la única persona que podría animar y ayudar al príncipe, Louis.
Lo buscaron por todo Londres, encontrándolo finalmente en un apartamento no demasiado grande, se había rendido en su misión de converserce que era heterosexual y ahora estaba en un proceso de aceptación.
Al abrir la puerta y ver a aquellos hechiceros que no veía desde la última vez que fue a Magicland, 7 meses atrás, lo único que pudo decir fue: —¿Harry está bien? ¿Le pasó algo?
Al ver sus expresiones decaídas confirmo su hipótesis de que Harry tenía algo, así que, sin esperar una explicación, pidió ser llevado al reino mágico, podía sentir un gran dolor en su pecho y nada bueno podía provenir de eso.
Cuando llegaron a Magicland, el mundano caminó directamente a la habitación del príncipe, toco dos veces la puerta y escucho un: —No chicos, no quiero que entren, y sí, estoy bien.
Su voz sonaba tan distinta a la última vez que la escucho, seguía siendo ronca pero estaba muy apagada, se notaba a leguas la tristeza que había en él.
—Soy yo Harry, déjame entrar.
—¿Lou? —Pregunto con un hilo de voz, haciendo notar que estaba a punto de llorar y removiendo algo en el interior del humano.
—Sí Hazz, soy yo, ábreme, quiero verte, déjame verte.
Dos segundos después la puerta se abrió, revelando un delgado Harry, con ojeras y ojos rojos, sus hermosos rizos ahora estaban enredados, sus manos temblaban y se notaba que se le dificultaba respirar, Louis, tratando de ser fuerte y no derrumbarse ahí mismo, tomó la mano del príncipe y la entrelazó con la suya, tratando de transmitirle confianza y apoyo, y con la voz algo temblorosa, preguntó: —¿Puedo darte un abrazo?
—No, lo siento. —Susurró.
Louis asintió, dedicándole una sonrisa que decía claramente "todo está bien, no te preocupes", Harry jaló de su mano, haciéndolo entrar a la habitación, y cerrando la puerta detrás de él.
—¿Y? ¿Cómo va todo? —Cuestionó el príncipe.
[...]
Una semana pasó exactamente desde que Louis llegó a Magicland y Harry estaba un poco mejor, había empezado a comer, limpiado su cuarto, se bañaba y cambiaba de ropa, ya no lloraba mucho en las noches, las pesadillas había disminuido y todo se sentía más en calma, o al menos eso aparentaba, porque la tormenta en el intento del príncipe estaba lejos de terminar.
Todo explotó un día, era un lunes y había llovido toda la mañana, indicaba de por sí ser un día triste, eran alrededor de la 1 p.m Louis volvía de una reunión con el comité mágico de Magicland, de nuevo estaban presionándolo para hacer la prueba de fuego si quería vivir allí, pero él aún no se sentía listo, ni siquiera sabía si su estadía en el reino Mágico era definitiva, lo había hablado con Harry, él le había pedido quedarse, que hiciera la prueba de fuego y fuera rey, como lo habían planeado juntos, pero no se decidía a tomar una decisión tan importante como el ser inmortal y gobernador un reino. Se dirigió a la habitación de Harry para avisarle que había llegado y proponerle ver una película, pero el rizado no estaba allí, eso no fue precisamente lo que le preocupo sino la sangre que salía por la puerta del baño de la habitación, con rapidez la abrió y pudo apreciar a su lindo rizado sobre un gran charco de sangre proveniente de sus muñecas, se acercó al chico para, arrodillarse a su lado, tomó su pulso que era demasiado débil, un sollozo salió de sus labios y solo tuvo la fuerza de gritar en busca del hechicero del castillo, mientras le susurraba al chico casi moribundo "Please don't leave me."
"You locked yourself in the bathroom
Lying on the floor when I break through
I pull you in to feel your heartbeat
Can you hear me screaming "Please don't leave me"
Hold on, I still want you
Come back, I still need you
Let me take your hand, I'll make it right
I swear to love you all my life
Hold on, I still need you"
El hechicero llegó a los pocos segundos, sus ojos se abrieron mucho, tras enviar dos mensajes de fuego, se acercó al rizado y tomo sus muñecas, diciendo algún hechizo que hizo que dejaran de sangrar, temporalmente.
—Louis, necesito llevarlo donde Liam, debes quedarte aquí. —Exclamo con desesperación mientras creaba un portal.
—Ni, —Susurro el mundano con la voz rota. —no, por favor, quiero ir con él.
—Sabes que no puedes cariño, lo siento. Te mantendré informado. —Prometió el ser mágico, y después de tomar al cuerpo, casi sin vida, de Harry, ambos desaparecieron por el portal.
—Harry—Susurro y llevo sus manos a su rostro. cubriéndolo por completo mientras lloraba
"I don't wanna let go
I know I'm not that strong
I just wanna hear you
Saying baby, let's go home
Let's go home
Yeah, I just wanna take you home
Hold on, I still want you
Come back, I still need you"
Unas horas después Niall le aviso a Louis que habían podido salvarlo, que en unas horas más estaría en casa, y así fue, alrededor de las 10:00 p.m. Harry estaba de vuelta en el castillo, acostado en la gran cama de su habitación con Louis a su lado, acariciando su cabello con delicadeza, porque sentía que el príncipe era de cristal y podía romperse en cualquier momento, lo cual no estaba muy lejos de la realidad.
—¿Qué es lo que pasa amor? —Pregunta el mundano en un susurro, mientras lágrimas bajan por sus mejillas. —¿Quién te hizo tanto daño?
—Me odio tanto. —Responde con la voz quebrada, escondiendo su cara en sus rodillas. —Me siento tan sucio.
Louis no entendió a lo que se refería, así que esta vez no tenía las palabras adecuadas para calmar la tormenta interna de su chico, por eso solo entrelazo sus manos, dando pequeñas caricias con el pulgar hasta que ambos cayeron en un profundo sueño.
YOU ARE READING
⇾Dᴇsᴛɪɴᴇᴅ L.s⇽
Fanfiction"Cuenta la leyenda que todos tenemos un alma gemela, una mitad de la que hemos sido separados al nacer" Hace muchos siglos, Urano se había propuesto a demostrar que en verdad habían personas destinadas, que su amor podía con todo y contra todo, era...