Capítulo 2

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Hua Tanwen perdió la noción del tiempo al llegar a la oficina de supervisión en Yiling. Una sonrisa se formó en sus labios al encontrarse con Wen Chao y Wen Zhuliu.

—¿No hay una mejor bienvenida?

—¡Z-Zhuliu! Sácala de mi vista. —Wen Chao estaba casi sin piel, la cuál no se veía bien al estar tapado con un capa negra.

—Oh, vamos, Zhuliu, ¿vas hacerle caso a alguien que siempre te humillo? Vengo a hablar pacíficamente. —sacó su abánico para cubrir parte de su rostro. —Solo quiero hacerte algunas preguntas.

—Si tienes alguna intención de matarme, te mataré yo primero. —avisó sentándose al lado de la mesa del medio. Hua Tanwen le siguió el paso, con la misma acción pero frente a él.

—Bien, dime la verdad, ¿por qué ayudas a Wen Rouhan?

—Es un pago, el hizo algo importante para mi, no te interesa.

—Estoy realmente interesada por eso, ahora habla.

Wen Zhuliu soltó un bufido casi inaudible con la cabeza gacha. —Mi prima, me enteré que la encerraron en Gusu Lan. Quería venganza, y el Líder Wen cumplió su parte. Ahora solo me toca ser su perro, si muero, estaría feliz al vengar a mi prima.

Hua Tanwen analizó todo lo dicho, ¿se refería a Madam Lan? Sus labios empezaron a temblar y sus túnicas exteriores siendo arrugadas por sus propias manos.

—¿Te refieres a Madam Lan?

—Correcto.

—¿Qué ganas intentando matar a tus propios sobrinos?

—Solo sigo órdenes, pero si uno de ellos están en peligro soy capaz de evitar su muerte.

—Excelente, entonces te salvaré de la muerte, como siempre dije, ¡primero veamos los dos lados de la historia! Debo esperar a que me cuenten el pasado de alguien, pff. —acarició su frente colocándose de pie. —Wen Chao debe morir.

—Las órdenes del Líder Wen so-

—¡Me vale un pepino! Desde hoy dejas de seguir sus órdenes, no te va matar cuando yo estoy viva, así que levántate. Yo vo-

Las palabras quedaron en su boca al sentir la pesadez de la energía resentida en el lugar. Oh, ya era hora de la aparición del Patriarca Yiling.

—Oh~ aquí están, ¿acaso tienen a otra aliada más? Puedo matar a cualquiera de ustedes.

—Wei Wuxian. —su entrecejo se arrugó, sabía muy bien que Jiang Wanyin y Lan Wangji estaban arriba observando desde el hueco del techo. Tenía que tener cuidado de que su boca no soltara algo indebido.

—¿Quién eres tú? No te he visto en ninguna parte.

—¡W-Wei Wuxian! ¡Perdóname, por favor! ¡Y-yo, si me dejas vivir le diré a mi padre que te deje vivir! —Wen Chao balbuceaba más palabras incoherentes. Alguien que le de un agua de azar a Tanwen.

—¡Es malo interrumpir conversaciones! —gritó la fémina con su pie pisando las manos del Wen. —Créeme, te mereces más. —relamió sus labios con su sonrisa retornando a su rostro. —Soy Hua Tanwen, cortesía Luo Huoyan. No me preguntes porque dos apellidos.

—Bueno, usted no debería estar involucrada en esto. Esto es algo pendiente entre los perro-Wen y yo. —sus ojos se tornaron a un rojo oscuro atrayendo mayor entera resentida.

—A mi me interesa demasiado este asunto. Wen Zhuliu es mi protegido, mata a Wen Chao si es lo que quieres.

En estos momentos Hua Tanwen no sabía si reír o llorar, frente a ella estaba el Patriarca Yiling, ella veía sus ojos rojos, su rostro neutro y...se encontraba muy pálido. Sintió un escalofrío ante la mirada de odio de Wei Wuxian. La fémina en verdad quería proteger a Wen Zhuliu.

—¿Apoyas a un perro-Wen...?

—Zhuliu no es un Wen, es un Zhao. Yo conozco sus verdaderas razones por las cuáles él ayuda a Wen Rouhan. —colocó un brazo adelante de Zhuliu para protegerlo. —No te acerques.

—¿Uh? ¿Vas a detenerme o-

—¡Wei Wuxian! —Jiang Cheng que vestía ahora las túnicas de un Líder de Secta, aterrizó sacando a Zidian. —¡¿Donde estuviste?! ¡Te estuvimos buscando por mucho tiempo!

Lan Zhan aterrizó junto al de morado, pero él fue hacía Hua Tanwen. —Usted-

—¡Lan Zhan! Pequeño conejito, te dije que te alcanzaría aquí en Yiling, verás, ¡sucedieron muchas cosas! —abrazó el brazo del jade, el de tez blanca se estremeció ante el contacto. —Él es Wen...no, Zhao Zhuliu, la mano derrite núcleos, desde ahora es mi protegido. Y él que quiera hacerle daño, primero pasará por mi cadáver.

Sus últimas palabras salieron con amenazas. Ella protegería a todos los Wens inocentes, aún si debe morir nuevamente al hacerlo.

—Tanwen...

—Escúchame primero, Wangji, él es Zhao Zhuliu, debe decirte algo, así que él vendrá a Gusu con nosotros. —habló rápidamente sin dejar terminar a Lan Wangji. Le importaba menos los dos orgullos de Yunmeng.

—¿Qué...?

—Te lo explicaré más tarde, debes procesarlo todo, te sorprenderás con todo lo que Zhuliu tiene que decir. —¡Si Binghe y Hua Cheng no aparecen pronto definitivamente arruinará todo su gran procedimiento! —Zhuliu, sígueme.

Tanwen sabía lo que sucedería a continuación.

"El vuelve a Gusu conmigo."

Iba a llorar si veía triste a su pequeño conejito, ¡no merecía esto! Decidió colocarse modo expectador junto Zhuliu manteniéndose siempre a su lado. Si se separaba al menos un poco estaba segurisima que lo matarían.

—Wei Ying...

—Oh, Lan Zhan, ¿cómo has estado?

—Wei Ying...no podrás controlar la energía resentida... —habló con preocupación solo para él.

—Puedo controlarlo muy bien Lan Zhan.

—¡No ha habido excepciones antes!

—¡¿Y qué si soy una excepción?!

—Vuelve a Gusu conmigo... —el corazón de Hua Tanwen se estaba destrozando, al parecer su misión no era solo aliviar los sentimientos de Lan Wangji. Sino que podía sentir todo su dolor guardado en lo más profundo de su corazón.

—¡Lan Wangji! ¡¿Qué se cree la Secta Lan en estos momentos?! ¡¿Creen que pueden controlar a cualquiera cuando se les antoje?! ¿Qué? ¡¿Me harán escribir las 3500 reglas como castigo?!

—¡Wei Wuxian!

—¡Lan Wangji!

—HanGuang-Jun, no podemos pelear en este momento, además si Wei Wuxian merece un castigo, solo lo haría la Secta Yunmeng Jiang como nuestro discípulo principal. Absténgase de entrometerse.

Los labios de Lan Wangji se fruncieron para volver hablar, pero las palabras no salían de su boca. Quería arreglarlo y decirle a Wei Ying que no quería castigarlo ni encerrarlo, ¡solo quería ayudar!

—Lan Zhan. —Tanwen interrumpió la conversación. No dejaría que lo afronte solo, después de todo ella sentiría toda su angustia. —Volvamos a Gusu, si ellos no necesitan tu ayuda no les ruegues. —susurró cerca a su oído. —Joven Maestro Wei, espero que después de esto, usted se ponga a pensar sobre la falta de respeto hacía Lan Zhan y su Secta. Vámonos Zhuliu.

Quería golpear algo, de seguro en Gusu encontraría algo de árboles, o se desahogaria con la Sonrisa del Emperador junto a Zhuliu. O hablaría con Lan Zhan, después de que él y Zhuliu hablen de una vez.

 
[...]

Bueno siento que esto es demasiado corto como suelo escribir, pero algo es algo. Los lunes son el peor día que tengo. :(

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